A pesar de que el ámbito prémium parece reservado para las grandes compañías, las pequeñas y medianas empresas acceden y se consolidan cada vez más en los mercados elitistas.
¿Puede una pequeña y mediana empresa triunfar en el segmento del lujo? ¿Puede una pyme codearse con grandes empresas o compañías en los ámbitos más exclusivos, en la ‘jungla’ de las llamadas marcas prémium?
Para responder a esas preguntas, obviamente, hay que tener en cuenta multitud de consideraciones, tales como si la pyme o el emprendedor en cuestión posee o puede conseguir el capital necesario -sea con créditos o mediante otro tipo de financiación– para crear una empresa, mantener un negocio de esas características y hacer que sea rentable; si tiene el conocimiento y la experiencia suficientes para satisfacer las necesidades de un cliente tan exigente como lo es el del lujo; si puede hacer frente a los elevados gastos, costes salariales y salarios necesarios para retener el talento que exigen estos mercados; o si, entre otros aspectos, es capaz de estar a la altura en Internet, en la parte de comercio on line.
Las pymes en el segmento del lujo
Ante tal retahíla de asuntos clave cualquier empresario podría directamente echar a correr despavorido. Sin embargo, no hay que asustarse, ya que «el león no es tan fiero como lo pintan» y es posible que una pyme desembarque en los denominados mercados prémium, que se establezca y se mantenga, e incluso que triunfe.
En la empresa publicitaria Lovebite, especializada en lifestyle y marcas de lujo, son conscientes de ello. Su caso confirma que una pequeña empresa puede desenvolverse como una grande, ya que hasta la fecha ha realizado trabajos para firmas de la talla de Puig, Elizabeth Arden, Angelini Beauty, Amyris, Montibello y Freixenet.
Toda gran empresa fue antes una pyme
Casi todas las marcas de lujo comenzaron como el proyecto personal de un emprendedor que se propuso crear, diseñar o fabricar un determinado producto. Tomando esa cuestión como punto de partida para llegar a una filosofía sencilla, que se basa en el hecho de que toda gran empresa fue en algún momento de su historia una pyme, desde Lovebite ofrecen cinco claves para ser una pyme en el sector del lujo y no morir en el intento.
Claves para operar en el sector del lujo
Esas pautas son las que figuran a continuación:
1) Saber decir no. Muchas pymes, en su afán por crecer, no son capaces de escoger a un cliente y aceptan todas las propuestas de colaboración, sin tener en cuenta cuestiones que aseguren el éxito por ambas partes: ni una empresa va a poder satisfacer a todo tipo de clientes de la manera apropiada, ni todos los clientes son los adecuados a largo plazo para una empresa. Ello adquiere especial importancia en el ámbito de las marcas prémium y de belleza, según resaltan desde la citada agencia publicitaria.
2) Centrarse en una especialidad. No se puede ser bueno en todo, y tampoco conviene serlo. Y es que centrarse en un nicho de mercado, una vez más, conlleva tanto ventajas para la empresa como para sus clientes.
«Por un lado, no se puede ofrecer la máxima excelencia en aquello que no se domina al mismo nivel que tu servicio estrella y que, además, quita tiempo a otros proyectos de llegar a lo más alto. Por otro, a nivel de comunicación de la propia empresa en sí, hay que contar con una USP (unique selling proposition) pues, si decimos que somos buenos en un solo sector en concreto, a nuestros potenciales clientes les será más fácil identificarnos y hacernos con un territorio de marca como empresa», explican los citados emprendedores.
3) Acoger la diversidad y colaborar con partners y colaboradores que complementen nuestras habilidades. Las pymes necesitan elegir sus recursos cuidadosamente, es decir, la retención del talento que se mencionó en las primeras líneas.
4) Trabajar más duro y vestir diferentes ‘sombreros’. Las pymes son a menudo más competitivas porque son ágiles y esquivan la jerarquía de las grandes, que en ocasiones son competidores más lentos. En Lovebite señalan que visten varios ‘sombreros’. «Las personas creativas también son estratégicas, las de servicio de atención al cliente son creativas, sus colaboradores de digital y social media son comerciales y sus colaboradores estratégicos son digitales», explican. Esta agencia publicitaria sostiene que su sistema de trabajo es más fuerte gracias a la agilidad de sus personas.
5) Estar seguro de uno mismo y ser valiente. «Poseer un pequeño negocio no es para débiles», aseguran desde Lovebite. «No hay que tener miedo a competir con los grandes porque, al fin y al cabo, todos los grandes comenzaron siendo pequeños», concluyen.
Lovebite es una agencia estratégica y creativa internacional con sede en la ciudad de Barcelona, especializada en branding, comunicación y servicios integrados de marketing para marcas de fragancias, belleza, moda y marcas prémium y lifestyle.