Se tiende a pensar que las grandes empresas cuentan siempre con un gran poder financiero y están exentas de los peligros de verse abocadas a la quiebra por falta de liquidez, por eso sorprende tanto cuando sale a la luz la realidad.
Por ese motivo intentan evitar a toda costa, aunque sea de una manera fraudulenta que estos datos sean revelados, aquí una lista de los peores escándalos financieros en negocios de los últimos años.
Olympus
La firma japonesa Olympus fabricante de cámaras ocultó la publicación de las pérdidas en inversiones de valores durante más de 20 años. La empresa que fue vinculada con la organización criminal yakuza se vio investigada por el FBI.
El británico Michael Woodford que era el CEO de la empresa por aquellos entonces, denunció a la empresa tras ser despedido por hacer preguntas. Durante el juicio declaró que sospechaba que en los métodos utilizados por la compañía durante las adquisiciones, se habían estado pagando millones de libras en honorarios asesores.
Se estipula que 1,5 billones de dólares habían sido ocultados durante dos décadas, y Woodford obtuvo la indemnización debido a su despido improcedente de 16 millones de dólares por daños y perjuicios.
Toshiba
Hisao Tanaka Presidente y CEO de Toshiba abandonaba la empresa en julio de 2015 tras hacerse público en una investigación que había estado inflando las ganancias de la compañía. Por lo visto, no era la primera vez, ya que la firma electrónica llevaba años con una contabilidad inexacta.
Desde el año 2008 Tanaka llegaba exagerando las cifras hasta tres veces su valor real, lo que llegó a acumular una diferencia de 1,22 millones de dólares en las cuentas durante ese período.
Pero no fue el único en abandonar la empresa, otros 16 altos ejecutivos incluidos el Presidente y el vicepresidente, dimitieron de sus cargos. En unas declaraciones realizadas por Tanaka, se disculpaba por los daños ocasionados y por la mala imagen corporativa que había propiciado para la empresa.
Según el Comité de investigación independiente, los empleados habían sido presionados para realizar una contabilidad inadecuada y posponer los informes de pérdidas durante los últimos años.
Toshiba en sus declaraciones posteriores señalaba su renovado compromiso con la política de gestión original, dando la mayor prioridad a la vida humana, la seguridad y el cumplimiento. También mencionó que se ponían en marcha medidas exhaustivas para gobernar y estructurar el control.
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