Aunque pensemos realmente lo contrario, y más en los tiempos que corren, el estudio «La mujer en el mercado de trabajo en España 2008» revela que el empleo femenino aumentó ligeramente para las mujeres mayores de 35 años, y de forma especial entre las de 45 a 54 años (crecimientos de entre el 4 55% y el 4 95%) entre el cuarto trimestre de 2007 y el cuarto de 2008.
La tasa de ocupación de las mujeres fue en 2008 del 55,7%, 24 puntos porcentuales más que en 1994. Además este estudio evidencia que en la actualidad las mujeres son el colectivo al que menos está afectando la crisis.
Coincidiendo con el proceso de incorporación intensa de la mujer al mercado de trabajo, desde 1995 se ha venido registrado un incremento generalizado del empleo femenino. El mayor crecimiento lo han registrado las mujeres de 30 a 54 años: mientras que en el cuarto trimestre de 1994 apenas absorbían el 32,2% del empleo, en el cuarto trimestre de 2008 suponen ya el 46,4%.
El empleo de la mujer se concentra, sobre todo, en el sector servicios, donde trabajan 7.398.700, más del 85% de las ocupadas. Le siguen la industria, con 759.200 mujeres y, a mucha distancia la agricultura con 218.800 y la construcción con 139.400.
En cuanto a la tasa de paro, a finales de 2008 había un total de 1.519.000 mujeres en paro, más de la mitad de las cuales tienen entre 30 y 54 años (885.600). La incidencia es muy superior entre las jóvenes (de 16 a 19 tienen una tasa del 47 6%) y menor entre las que superan los 55 años, cuya tasa de paro apenas alcanza el 10,5%.
Desgraciadamente y, en pleno siglo XXI, todavía hay diferencias salariales entre hombres y mujeres, que según el estudio se habrían incrementado en 2006, hasta suponer que el salario percibido por las mujeres fue un 27,5% inferior al de los hombres. Una auténtica vergüenza, vamos.