El gestor de compras, el ahorro entre ‘ceja y ceja’

Las compras que realiza tanto una persona como una empresa son el mejor ejemplo de una forma de actuar y de pensar, pero en el caso corporativo son, además, su mayor fuente de gastos. En concreto, el pago de de las compras de cualquier empresa significa, al menos el 50 por ciento de sus ingresos, cifra que en algunos casos puede elevarse hasta el 80 por ciento, dependiendo del sector en el que opere y de la pericia negociadora del emprendedor. En cualquier caso, la media se sitúa en torno al 67 por ciento. Se trata, pues de la partida presupuestaria más grande de la empresa pero al mismo tiempo una de las más descuidadas hasta el punto de que cuando se piensa en recortar costes, lo primer siempre suele ser la plantilla, no este apartado. Del mismo modo, la fórmula más habitual para mejorarla cuenta de resultados pasa por aumentar las ventas en lugar de racionalizar las compras.

Con los datos en la mano parece lógico llevar a cabo todas las acciones e incluso inversiones necesarias para reducir esta factura. Sin embargo, la gran mayoría de las pyme españolas ni siquiera cuentan con una figura especializada en compras y suele ser el gerente quien se encarga de esta tarea para la que, obviamente, no siempre dispone de todo el tiempo que se requiere. Es decir, el gestor de compras sigue siendo, a día de hoy, un gran desconocido para la pyme española. Se trata de un profesional altamente especializado y con amplios conocimientos sobre lo que adquiere, además de contar con una visión global del negocio y, por supuesto, muy buenas dotes de negociación. En la Asociación Española de Profesionales de Compras, Contratación y Aprovisionamiento (Aerce) se pueden encontrar las características básicas de estos profesionales, así como consejos y orientación en el arte de las compras.

La tarea principal de un buen gestor de compras consiste en racionalizar el material que adquiere la compañía para que esta compra se haga de forma ordenada y con arreglo a las necesidades reales de la pyme. Todo para lograr reducir la factura de compras o, lo que es lo mismo, rentabilizar al máximo el gasto que se realiza en este apartado.

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