Tres claves para no fallar en tu plan de negocios

En este caso nos vamos a centrar en tres errores graves que, desafortunadamente, se acrediten con bastante frecuencia a la hora de poner en práctica una estrategia o modelo de negocio. Pero, a la vez, errores que no suelen analizarse previamente con la misma intensidad que otros, lo cual puede devenir en un problema serio.

No generar un buen modelo de datos e información

Aunque se le presta menos atención de la debida, captar y procesar los datos relativos a nuestro negocio es algo simplemente fundamental para una rápida comprensión de la situación constante por la que atraviesa la pyme. Resulta básico que esta captura de datos sea simple, rápida y capaz de detectar errores o duplicidades, recogiendo todos los datos necesarios para calibrar la marcha del negocio. Cuando los datos llegan tarde, cuando no coinciden entre sí o arrojar informaciones contradictorias respecto a otros parámetros debemos entender la situación como una señal de animal función que además perjudica al conjunto del sistema.

No cuidar la conexión entre áreas y segmentos de la empresa (y el negocio)

Esta es una de las alertas y señales más fácilmente reconocibles y que se genera relativamente fácil en cualquier sistema de negocio, por lo que se le debe prestar una atención especial. Un modelo de detección claro de esta alerta se basa en los informes, cuando las diferentes áreas no son capaces de reconocerse entre sí en los informes, cuando hay áreas que realizar informes o proyecciones que corresponden a otras áreas, o cuando un departamento desconoce elementos clave del funcionamiento de otro, estamos ante una mal función muy grave a la que debemos poner remedio ya que perjudican notablemente al conjunto del sistema de negocio.

No realizar test de stress del modelo y ejecución de negocio

Podemos definirlo como señal, pero también como un termómetro de la realidad burocrática de nuestro sistema de negocio. Desafortunadamente muchas empresas mantienen exceso de aplicaciones en la gestión de datos en relación a cada área o departamento, e incluso a cada línea de negocio o producto. Esto, se supone, tiene una vía de ingreso en los departamentos de contabilidad a través de sistemas de gestiones, mientras que, habitualmente, el apartado comercial, el apartado de marketing, y otros departamentos, poseen sus propias aplicaciones y sistemas de gestión de datos, así como de gestión de las relaciones con clientes. Poner de acuerdo todo este sistema para ser capaz de emitir un informe del estado completo es como decíamos un buen termómetro de cómo funciona internamente nuestro sistema de negocio.

Si cada vez que elaboramos una revisión erramos, si el porcentaje de errores, es muy superior al porcentaje de aciertos (da igual en positivo o negativo) es una muy mala señal del nivel de información interna que estamos manejando, por lo que debemos revisar los mecanismos que proporcionan información.

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