Saber cómo calcular el precio de tu producto es fundamental si quieres que tu empresa pueda prosperar. Para ello existen diferentes maneras y formas de llevar a cabo estas valoraciones. Nosotros queremos ofrecerte alguna de las mejores estrategias de pricing que puedes aprovechar en tu negocio.
Fijar el precio de un producto es una acción importante que puede conllevar su éxito o fracaso. En ocasiones habrá que sumar el posible enfrentamiento con las agencias de marketing, por lo que nuestra recomendaciones principal es que fijes una estrategia de pricing lo antes posible que regule estos cálculos en el futuro.
También recomendamos que tengas en cuenta otros aspectos como el trato con los clientes morosos en tu nueva estrategia, o comprender que el precio de la vida sube y eso puede influir en tus productos.
Cómo calcular el precio de tu producto de manera correcta
Sobre el papel, la manera de calcular el precio de tu producto de la forma idónea trae como consecuencia dos cosas: la felicidad del cliente y la rentabilidad de tu empresa. Hay que saber generar el baremo correcto entre la satisfacción del comprador y la máxima ganancia posible para el negocio.
Cuando establezclas una estretagia de fijación de precios deberías tener en mente que el objetivo primordial será obtener las máximas ganancias posibles, pero esto no se hace marcando una cifra elevada. Debes fomentar la venta de volúmenes altos, que mejore el prestigio del producto y de la empresa y que, además, se encuentre dentro del rango establecido por la posible competencia.
La percepción del cliente es lo primero que deberías tener en cuenta a la hora de calcular el precio de tu producto. En algunos casos importa más la cantidad que los clientes piensan que cuesta un producto que su coste real. Esto puede determinar la elección del precio ideal al que deberías ajustarte, ya sea para obtener más o menor margen de beneficio.
Las mejores estrategias de pricing para tu negocio
Dicho esto, debes tener en cuenta que las mejores estrategias de pricing difieren dependiendo del tipo de empresa. El factor determinante que hará variar este plan serán los potenciales clientes y el propio mercado activo: no puedes ofrecer algo igual o parecido a la competencia con precios totalmente diferentes, sobre todo hacia arriba.
Teniendo esto en cuenta, nosotros te recomendamos que utilices siempre una estrategia de pricing dentro de estos tipos diferenciados muy sencillos de entender:
- Pricing neutral. Obtener beneficios sin riesgos, adaptándose al máximo a los precios reinantes del mercado. Puede ser una buena opción ante las dudas, aunque suele producir un estancamiento en los beneficios al no maximizarlos.
- Pricing de penetración. Aquí hablaríamos de precios atractivos para el cliente, que conocería tu empresa gracias a los grandes precios. Una vez conseguida una base constante de compradores se subirían los precios y tarifas progresivamente.
Esta es una de las mejores estrategias de pricing si tu intención es hacerte un hueco en el mercado de manera rápida: impactas al usuario al ofrecer un mismo tipo de servicio que la competencia pero más barato. Una vez has obtenido ese resultado, aumentas los precios.
- Pricing skimming. En este caso la estrategia se basa en ofertar precios muy altos en productos cuya demanda es muy baja. Si el tipo de producto atrae a un perfil de comprador pudiente no le importará por la baja demanda. Después, según crezca la demanda el precio se reduce, obteniendo un margen de ganancias muy amplio.
- Pricing psicológico. Esta estrategia se desarrolla en prácticamente todos los mercados existentes. Consiste en hacer entender al cliente que tu precio es el mejor, el más rebajado, el que cuenta con la mayor oferta y algo que no puede dejar escapar.
Es un método arriesgado pero juega con la emoción rápida del comprador: si conseguimos llamar su atención y el producto llama su atención de verdad, es probable que no pueda resistirse al impulso de una buena compra y termine haciéndolo.
- Pricing económico. Esta es una de las mejores estrategias de pricing que puedes utilizar cuando existen factores externos que alteran el mercado o los propios compradores. Por ejemplo, una crisis económica o un aumento significativo de la competencia.
Se trata de ofertar los productos a un precio más bajo o crear ofertas interesantes para facilitar ese ahorro. Por ejemplo, ofertar packs con más cantidades del mismo producto a un precio muy atractivo para el comprador.
Dependiendo de cuál sea tu negocio y el tipo de tu empresa, deberías elegir una de estas estrategias de pricing para saber cómo calcular el precio de tu producto. Se trata de una decisión de suma importancia que puede suponer la diferencia entre la ganancia o la pérdida.
Si estás realizando cambios en tu negocio es importante afinar y tener en cuenta una serie de conceptos. Ya sea a la hora de reformar tu oficina o establecimiento (http://gestionpyme.com/consejos-para-reformar-tu-oficina/ ) o, como en este caso, definiendo la estrategia de precios.
