Ya hace algunos años que la externalización o bien outsourcing se ha implantado en nuestro país como una de las soluciones más potentes para todo tipo de empresas. Son servicios que necesita un pyme pero que, debido a su poco tiempo, realizan otras empresas especializadas en tales acciones, de esta manera, la empresa sólo ha de preocuparse en centrarse en su actividad principal.
Estamos hablando de los servicios informáticos, los de personal o Recursos Humanos, los de gestoría, los de comunicación o promoción, los de eventos, y algunos, incluso, meramente administrativos.
La externalización sigue subiendo en nuestro país, pues mientras que el año pasado únicamente un 12% de
las compañías recurrían a ella, para el presente se espera una demanda del 33,1%, o lo que es lo mismo, en menos de 12 meses se ha triplicado la demanda de servicios de outsourcing por parte del tejido productivo español.
Este incremento contribuye al proceso de maduración de la actividad en los últimos años y que supondrá su consolidación como uno de los elementos esenciales para la generación de valor de cualquier negocio.
La optimización de costes del proceso que se externaliza es la principal ventaja que aporta el outsourcing, seguida en segundo lugar por la mejora de la productividad del proceso (22,4%), la transformación de costes fijos en variables (12,6%) y la mejora de calidad de proceso (9,2%).
Un 33,1% de las empresas cree que recurrirá al outsourcing a lo largo de este año, mientras que un 26,5% afirma estar planteándoselo por primera vez y un 14,7% que no sabe o no contesta. Por el contrario, un 25,7% asegura que no recurrirá al outsourcing en los próximos meses.