Financiacion Para Las Pymes

En esta nota vamos a hablar sobre la Financiacion para las Pymes en el contexto recesivo de la misma.

Este contexto recesivo actual está caracterizado decisivamente por una fuerte restricción crediticia global.Debido a esta condición ha llevado a las empresas al límite de su capacidad para afrontar sus obligaciones de pagos tanto financieros como corrientes con la liquidez que son capaces de generar por su operativa convencional. La operativa convencional de las empresas también se ha visto seriamente dañada por la imposibilidad, para muchas de ellas, de mantener abiertos los canales habituales de financiación mediante el descuento ante las entidades de crédito de su papel comercial , esto es, los pagarés generados como consecuencia del desfase de pagos y cobros entre empresas clientes y empresas proveedoras de las mismas.

Ademas, se piensa en loscréditos ordinarios concedidos por las entidades financieras a las empresas para la financiación de sus proyectos de inversión como la quintaesencia de la financiación empresarial, lo cierto es que muchas empresas dependen más de las líneas de descuento que de los préstamos ordinarios. Otro rasgo poco conocido por el público es que muchas grandes superficies, que suelen pagar a sus proveedores a plazos más largos de los que ellas afrontan en sus cobros de clientes, acaban realizando un tipo de intermediación financiera mucho más amplia que la mayoría de las entidades de crédito. En este caso, se da la paradoja de que estas grandes superficies, y los comercios en general, se financian con cargo a sus proveedores, a los que pagan a plazos que en ocasiones rondan el medio año.

Las empresas proveedoras reciben a cambio la promesa de pago por parte de sus clientes, y esta promesa, un pagaré, de hecho, puede cobrarse por anticipado en una entidad financiera a través de una línea de descuento. A un coste y con cuantos avales sean necesarios, debido a que la garantía de que el cliente acabe pagando al proveedor en la fecha estipulada en el pagaré es contingente.

Para que esta compleja mecánica de pagos, cobros y garantías pueda funcionar suavemente, se han ido desarrollando entidades y productos especializados debidamente ubicados en una tupida red de relaciones descentralizadas, bilaterales y basadas en la confianza mutua y sistémica entre los millones de empresas y docenas de intermediarios financieros que normalmente operan en una economía de cierto tamaño, como es el caso de la economía española. Junto a las líneas troncales de esta red se han desarrollado canales extremadamente finos y sensibles que dotan de capilaridad, por lo general eficiente, a todo el sistema de financiación a la empresa.

Pese las duras condiciones actuales de los mercados de crédito, toda esta red ha parado en seco su dinamismo, creando considerables problemas de liquidez a las empresas que están desembocando en graves problemas de solvencia y especialmente en el caso de las pequeñas y medianas empresas (pymes).

Mediante los esquemas públicos centralizados y con escasa estructura, por muy eficiente que sea su funcionamiento y abundantes sus recursos, a los esquemas privados, descentralizados y cortados a la medida de sus clientes existentes, pero,estos estan colapsados por la desconfianza del mercado en el valor de sus activos. Tampoco es posible crear la escala adecuada, ni reproducir las relaciones con los clientes, de la red crediticia privada en el ámbito público, al menos en un lapso de tiempo menor del que llevaría a restaurar el pleno funcionamiento de la red privada. La solución del problema crediticio de las pymes llevá tiempo, mientras no suceda algo que desbloquee radicalmente el colapso del crédito ordinario.

Las entidades representativas de las pymes no dejan de transmitir sus necesidades a las instancias públicas de las que dependen las políticas hacia las empresas, al tiempo que dichas instancias públicas tratan de impulsar las soluciones oportunas dentro de sus competencias. El problema es que, habiendo dejado de funcionar eficientemente la red fina y tupida de las entidades financiadoras convencionales, no existe otra estructura equivalente que pueda sustituirla a estas. Claro que todos los impulsos que está dando el Gobierno para crear los fondos de avales a través del ICO y otras entidades públicas seguirán aumentando los recursos destinados, pero la transmisión final a las pymes se debe hacer con la participación de la red de entidades privadas.

Se debe de tener que encontrar la manera de que esta colaboración entre las agencias públicas reforzadas, tanto en recursos como en competencias, y las entidades privadas funcione de la manera más eficiente posible.

También deben encontrarse nuevos instrumentos de financiación que hagan solventes frente a las entidades privadas los ingentes compromisos de pagos y cobros que existen entre las empresas y que ahora se encuentran atascados por fallo en los instrumentos convencionales (o en sus garantías). Esto tambien se podría evitar el concurso de acreedores y la liquidación de innumerables pymes y la renovación de los servicios de factoring y confirming de las entidades financieras a las empresas a su reforzamiento con garantías adicionales.

 

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