Muchas pequeñas y medianas empresas corren el riesgo de apostar el grueso de la creatividad que desarrollen a sus fundadores sus impulsores. Si bien esto es normal en los primeros pasos del desarrollo de una compañía, también es normal que a medida que pasa el tiempo se vaya necesitando cada vez más de la creatividad del conjunto de los recursos humanos, sobre todo cuando la empresa crece.
Sin embargo, en un entorno en el que la creatividad ha quedado muy centrada en un pequeño grupo de personas, suele resultar algo complejo soltar estos nudos y crear un ambiente de creatividad. Debemos pensar, antes de nada, que las grandes empresas tecnológicas apuestan de manera decidida por acciones relacionadas con aumentar la creatividad del conjunto de sus trabajadores. Tenemos ejemplos como el de Google que destina prácticamente un 20% del tiempo (según sus criterios) a estas tareas.
Por ello, nos vamos a detener en tres tipos de acciones que podemos emprender en nuestra pyme para tratar de mejorar el ambiente de creatividad colectivo.
La creatividad debe tener su tiempo
Se debe valorar la creatividad como un proceso insertado en el desarrollo de la propia empresa. Esto significa, que el valor de desarrollar ideas, proyectos o innovación dentro de las propias horas laborales debe ser valorado. No siempre se percibe así, por ello, en este sentido es interesante elaborar entornos que lo permitan.
Por ejemplo, desde reuniones específicas de creatividad, hasta propuestas de presentación de proyectos de innovación, etc. Cualquier acción que se nos ocurra, y que lleve un tiempo pactado de antemano (con cierta flexibilidad) generará la sensación de que la innovación y la creatividad son importantes también desde el punto de vista laboral, no sólo desde la generación de ideas fuera del mismo entorno.
Dar importancia a los desarrollos de ideas
Siguiendo con la línea argumental anterior, también resulta muy importante que exista una continuidad que desarrolle los procesos de creatividad. Esto, tiene que ver, por ejemplo, con el seguimiento y la plasmación de las ideas.
De nada nos sirve haber tenido un entorno de tormenta de ideas de manera estable y continuada que luego no se transforme en la presentación de proyectos, mejoras o desarrollos. Esto tiene que tener su vertiente práctica en la aplicación de plazos para el desarrollo. Se mezcla en este sentido la potenciación de la creatividad con el recordatorio del entorno profesional, los plazos y las necesidades de desarrollar de manera profesional las ideas o innovación.
Apostar por el trabajo en equipo
A veces parece que la inclusividad de los equipos humanos fuera patrimonio exclusivo de las grandes empresas. Esto es un error grave. De hecho, se debería, desde el comienzo, potenciar los equipos humanos y basarlos en las diferentes habilidades y competencias, la mezcla de estas habilidades y competencias va a potenciar en todos los casos la creatividad grupal. Aunque, la búsqueda de talento, como ya vimos en un artículo anterior, y la creatividad individual son importantes, si se consiguen grupos humanos bien engrasados entre sí y con potencial creativo complementario el efecto sobre la creatividad y la innovación en la empresa será muy superior.
