La pandemia ha transformado todos los planes estratégicos de las empresas, aquellas de mayor tamaño y también en aquellas de menor tamaño. El coronavirus no sólo ha afectado al negocio, sino también a la forma de entender el trabajo, más allá de una oficina, trasladándolo a cualquier otro rincón. Las comunicaciones están cambiando en las empresas y en las pymes, y es en este terreno donde entra en juego la telefonía IP, una forma de comunicación que se está prodigando en muchas empresas.
Antes de adentrarnos en lo que conlleva la implementación de la telefonía IP, debemos reseñar su significado. La telefonía IP es la forma de comunicarse que está sustituyendo a los tradicionales sistemas telefónicos. Es decir, la telefonía IP es un avance en ese proceso de digitalización que está afectando a empresas, y especialmente a aquellas que no estaban aún inmersas en esta nueva fase. La telefonía IP revoluciona el sector de las comunicaciones y toda empresa debería implementar este proceso.
La telefonía IP (que significa: protocolo de telefonía por internet) permite el intercambio de voz, fax y cualquier otra información a través del protocolo IP, reemplazando al anterior sistema PSTN. Si la teoría la traducimos a un lenguaje más popular, esto significa que la telefonía IP es la misma forma de comunicarse de siempre, pero utilizando internet. Los avances de las telecomunicaciones.
La gran mayoría de las empresas ya tendrán implementada esta forma de comunicación, pero aquellas que aún ande rezagadas en este ámbito de las telecomunicaciones, deben conocer los innumerables beneficios que conlleva este avance tecnológico. La primera ventaja, y quizá muy a considerar en estos tiempos donde se avecinan problemas económicos, está en la reducción de los costes asociados a la infraestructura y, en consecuencia, a las facturas de teléfono mensuales. Es decir, se ahorra un dinero y se mejoran las comunicaciones. Un binomio siempre bien conjugado.
Aliado del teletrabajo y eficiencia
Pero no debemos quedarnos en los costes económicos y consiguientes ahorros en las facturas mensuales. La telefonía IP permite, entre otras cuestiones relevantes, que varios usuarios hablen a la vez, evitando esperas innecesarias que repercuten en su productividad; se pueden atender varias llamadas de manera simultánea; se mejoran las transferencias de llamadas; se pueden mantener conversaciones desde cualquier rincón del mundo (siempre que tengamos conexión, lógicamente); podemos utilizar estas comunicaciones desde cualquier dispositivo. Y esto puede implementarse tanto para comunicaciones internas de los empleados de la empresa, como en aquellas comunicaciones con usuarios no pertenecientes a la empresa.
Lógicamente, visto estos beneficios, es obvio decir que estamos ante un factor determinante a implementar, además, en estos tiempos donde se busca impulsar el teletrabajo. La telefonía IP es un aliado de esta nueva forma de trabajar, donde las distancias entre trabajadores, o entre los trabajadores y sus clientes, queda literalmente reducidas a la mínima expresión. Porque, además, no estamos hablando sólo de intercambiar datos de voz, sino que podemos intercambiar información, compartir documentación y todo aquello que necesitemos hacer de acuerdo con nuestra actividad laboral. Y todos seremos más eficientes.
