Como mencionamos en el titulo, López pide a las cajas más celeridad en la concesión de créditos a las pymes para poder darles creditaciones importantes para aquellos que requieren de la misma para salir adelante.
Esto se debe a que la línea de 500 millones aprobada en diciembre por el anterior Gobierno para aliviar las dificultades de financiación que atraviesan las pymes, denominada línea de apoyo al circulante , se encuentra en una vía demasiado lenta. Patxi López pidió ayer a los presidentes de las tres cajas vascas que son Gregorio Rojo (Vital), Xabier de Irala (BBK) y Xabier Iturbe (Kutxa) que busquen mecanismos para reducir el plazo excesivo que transcurre entre la petición de la ayuda y el ingreso del crédito.
Este tipo de ayudas gestionadas por la Sociedad de Garantía Recíproca Elkargi y su homóloga Oinarri tardan una media de mes y medio en llegar a sus destinatarios(los trabajadores autónomos y las pymes), donde el Ejecutivo quiere que el plazo no supere el mes.
Estos dos se encontraban ya sobrepasados ante el aluvión de solicitudes que les habían llegado desde que se puso en marcha en enero esa línea de crédito. La ayuda de las cajas, que han empezado a colaborar con esas dos entidades para descargarles trabajo, ha conseguido desatascar parcialmente el problema, pero los plazos siguen siendo excesivos.
El funcionamiento de esta es que el solicitante lo pide en la entidad, esta lo remite a Elkargi para que analice el riesgo y autorice la operación, que firma en última instancia Hacienda y después vuelve a la entidad de ahorro. Este proceso ha hecho que en cinco meses sólo se hayan concedido 171,3 millones de los 500 de esa línea (al Euríbor más 0,6%) cuando la demanda de liquidez es muy alta.
El presidente de la BBK, que acudió al encuentro con el lehendakari acompañado de su sucesor, Mario Fernández, quiso quitar el foco de la fusión donde al finalizar se centro»en lo que es más importante y urgente en estos momentos, la situación económica, y en qué medida está afectando esta al tejido social.
Ademas Gregorio Rojo señaló que los presidentes de las cajas estan encantados de colaborar con los proyectos del Ejecutivo. Fuentes del Ejecutivo valoraron la receptividad de los tres responsables para agilizar la concesión de los créditos con el aval del Gobierno.
La patronal considera prioritario agilizar las ayudas a las pymes, porque su vulnerabilidad puede provocar, gota a gota, un mayor incremento del desempleo. Euskadi ha pasado de una situación de cuasi pleno empleo en 2007, con una tasa de paro del 6,1%, al actual del 10,3%, que puede situarse en el 12,2% en octubre. La creación de empresas se ha frenado un 55% hasta abril, según el INE. Euskadi cuenta con 120.000 autónomos y un tejido industrial muy fragmentado con cerca de 150.000 pymes.
Ese es uno de los principales temores del Gobierno ya que la tasa de paro no frene su escalada.
Si bien las empresas grandes disponen de mecanismos como los ERE temporales para capear el temporal sin pérdidas excesivas de mano de obra, al menos de momento, las más pequeñas se ven obligadas a recurrir directamente a las rescisiones cuando los problemas de liquidez estrangulan su actividad diaria.
