Importancia de la comunicación

En el mundo de los negocios suele decirse que es tan importante tener un buen producto como saber venderlo. Lo mismo ocurre con las ideas, no sólo hay que tenerlas, sino también saber expresarlas. La importancia de la comunicación en el entorno empresarial es cada vez mayor. Las organizaciones han tardado casi un siglo en darse cuenta, pero por fin empiezan a comprender que no sólo deben cuidar su comunicación con el exterior, sino también la que se produce dentro de la empresa.

La distinción entre comunicación corporativa e interna no es nueva y de hecho la mayoría de empresas practica, en la medida de sus posibilidades, la primera. Publicidad, eventos, demostraciones de productos, o una simple reunión con un cliente son en realidad acciones en los que la compañía comunica algo al exterior. Además, la popularización de internet hace que cada vez sea más difícil sobrevivir sin esa exposición al exterior.

Sin embargo, no ocurre lo mismo con la comunicación interna, la que sucede dentro de la empresa entre dirección y trabajadores. Todavía hay muchas empresas que siguen sin considerarla un factor estratégico pese a que ya forma parte habitual en MBA y el resto de masteres en gestión. Se trata de un grave error que a la larga supone un lastre para la productividad de la empresa y para la capacidad de liderazgo del equipo gestor. Y es que al hablar de comunicación corporativa se pueden distinguir varios niveles, empezando por la que se produce entre los propios empleados para transmitir órdenes o la estrategia general de la compañía y por otra parte el director general o el consejo de administración como personas y como organismo encargado de guiar la compañía.

Si el trabajo de un directivo pasa por detectar las tendencias del mercado y en base a ellas estrablecer una estrategia para la empresa, comunicación es vital. Por muy buenas acciones o ideas que desarrolle estas no servirán de nada si no es capaz de transmitirlas  a sus empleados de forma adecuada. Es decir, si no consigue que su discurso sea claro y al mismo tiempo motivador para  conseguir que la implicación de todo el personal. Al final, las empresas se componen de personas y si algo distingue al ser humano del resto de seres vivos es su mayor capacidad de comunicación y interacción.

A menudo las compañías más exitosas no son las que tienen el mejor producto o la mejor estrategia, sino las que mejor saben comunicarla, tanto de puertas hacia fuera como de puertas hacia dentro. Una organización que camina unida en una sola dirección siempre tendrá más opciones de sobrevivir y triunfar que otra en la que no todos tienen claro o confían en el rumbo elegido. Esto es especialmente importante en el caso de las pyme, porque cuanto menores son los recursos mejor hay que aprovecharlos y más caros se pagan los errores.

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