Se veía venir: nos quedamos sin SIMO

El SIMO (siglas del Salón Informativo de Material de Oficina) no abrirá sus puertas en 2008. La principal feria de informática y telecomunicaciones de España se cancela ante la falta de interés por parte de las grandes firmas de acudir al evento. Según la nota de prensa emitida por la Feria de Madrid (IFEMA) se trata de un aplazamiento «hasta que no se configure el marco comercial y promocional adecuado para las empresas participantes, así como con el suficiente atractivo profesional para todos los colectivos interesados en las nuevas tecnologías».

La crisis hace mella en todos los sectores y el tecnológico no es ninguna excepción. Sin embargo, el declive de SIMO no es algo coyuntural que se limite a esta 48ª edición, que debía celebrarse entre el 11 y el 16 de noviembre. De hecho, la feria lleva años encontrando problemas para conseguir atraer a las grandes marcas, que han ido abandonando el evento o en cualquier caso recortando su presupuesto dentro del mismo.

El pasado año SIMO 2007 ya comenzó a diseñar un giro estratégico con una mayor presencia del área de consumo frente al sector puramente profesional y de software. Básicamente la feria ha ido perdiendo interés para los profesionales como marco de presentación ante otras compañías del sector y al tiempo que ha ganado protagonismo la parte más ludica y amateur del evento.

El pasado año SIMO consiguió reunir a cerca de 500 empresas (en 2006 fueron más de 700) y acogió a más de 30.000 visitantes. Sin embargo, ‘clásicos’ como Telefónica, Vodafone u Orange ya habían confirmado que este año no acudirían al SIMO, una postura secundada por otros gigantes tecnológicos como Toshiba o Microsoft. Como el abandono de las grandes marcas podía ser sólo el principio, desde la Feria de Madrid han decidido cancelar el evento y empezar a trabajar en el «‘nuevo SIMO’ en 2009, que será un proyecto totalmente renovado».

En cualquier caso el ‘apagón’ (temporal o definitivo) del SIMO sirve de excusa para reflexionar sobre el atractivo real de determinadas ferias. Gracias a los avances tecnológicos y sobre todo a Internet, hoy en día pocas compañías esperan a las ferias para presentar sus productos (especialmente en el campo tecnológico) y en un momento de crisis, este tipo de eventos es uno de los primeros en aparecer en la lista de prescindibles. En el fondo, se plantea la utilidad real de determinado tipo de ferias para captar clientes, hacer nuevos socios y, en definitiva, obtener rendimiento por la inversión que se realiza.

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