No vamos a discutir sobre el denominado derecho al olvido en Internet. Ésa pelea que se mantiene desde hace tiempo sobre el derecho del usuario a exigir la eliminación de contenido personal excesivo, irrelevante o insuficiente en las búsquedas. Pero, ¿los pasos que se están dando en el derecho a olvidar en Internet va a influir en los negocios?
El pasado mes de mayo las autoridades europeas a través del TJCE otorgaban el derecho a la petición a Google de la eliminación de los citados contenidos personales, es decir, se reconocía implícitamente el derecho al olvido.
Esto ha significado desde entonces, y a pesar de los movimientos del gigante de Internet para tratar de minimizar el hecho, una auténtica avalancha de solicitudes que ha generado incluso la creación de mecanismos de respuesta por parte de la firma incluyendo protocolos de gestión del asunto.
Hasta aquí estamos ante la resolución de una vieja aspiración de no pocos internautas a nivel individual y colectivo, sin embargo a partir de aquí debemos hacer un análisis sobre la influencia en dos sentidos, por un lado que significa esto para el negocio de Google y por otro lado la importancia que puede tener para el resto de negocios.
Al análisis sobre Google no le vamos a dar mucha extensión, básicamente se reduce a dos cuestiones, por un lado la mecánica que la firma ya está poniendo en práctica, a través, de cuestiones como la incorporación de solicitud de olvido de manera automatizada, que aunque suponen teóricamente una desaparición de la línea en el buscador, no lo será a nivel global y general, ya que parece que puede orientarse los buscadores por zona geográfica. Y en segundo lugar algo evidente la capacidad de respuesta de la firma a este hecho va derivar en el impacto que sobre las empresas tenga, de ahí surgirá el impacto final sobre el gigante de Internet.
¿Influye en los negocios?
Sí, y de hecho pudiera ser una influencia muy importante. Debemos tener en cuenta que la eliminación de datos del usuario puede conducir por ejemplo a la eliminación de parte de historiales que determinadas empresas podrán considerar importantes para valoraciones, si nos vamos a un caso extremo podríamos decir que la participación de la persona en una quiebra o un comportamiento empresarial dudoso, pudiera acabar siendo borrado de la red, sin embargo, para determinadas empresas y negocios, no dejaría de ser una información caliente e interesante a la que tener acceso.
Probablemente, lo anterior, que puede moverse incluso en el terreno de lo más anecdótico dentro de esta cuestión, se vea superado por algo que parece va a llegar, una renovación de los procesos en los que se compruebe la filtración de la información que realmente se necesita, aunque previamente ni siquiera sepamos que exista.
Y aquí entra en juego lo que citábamos anteriormente; probablemente esto vaya a derivar en que se pueda pensar en una diversificación del uso de los motores de búsqueda cuando se trata de búsquedas específicas, ya que tal vez el individuo no haya realizado todas las solicitudes a todos los motores de búsqueda para incluir su olvido en la red.
Por supuesto los perfiles de búsqueda no responden de la misma manera, lo cual puede llegar a generar una suerte de creatividad de los buscadores, que puede derivar en perfiles auténticamente especializados, más aún, en la búsqueda de datos ocultos en la red. Como vemos esto ya son elementos más que suficientes para pensar que efectivamente los negocios se van a ver afectados por el derecho al olvido.
Sobre el control de datos
Una parte muy importante de la sentencia de las autoridades europeas al respecto es que no se trata de algo que afecte al acceso global a la información, algo que resultaba importante claro, sino también afecta al manejo de los datos de carácter personal desde el punto de vista de los colectivos o empresas.
Esto queda plasmado cuando el tribunal decide que el buscador es a su vez un controlador de datos, ya que procesa y emite datos del individuo.
Podemos deducir rápidamente las implicaciones que para las empresas que procesan sin modificar los datos individuales supone. Ya que lo que viene a dar a entender es que una empresa sólo va a poder poseer un cierto nivel de control sobre el espacio en el que muestra o trabaja esos datos, y no un control necesariamente sobre el global de la información, lo que a su vez deriva en un problema y es que en ese manejo de datos puede llegar a ser calificado como controlador de datos y por tanto hacer frente a las responsabilidades que esto supone.
En resumen, ya que lo anterior puede parecer un poco galimatías, es que al final el usuario puede llegar no sólo a tener derecho a solicitar ser olvidado por los grandes buscadores, sino también por las empresas que manejan sus datos, que en caso de ser consideradas controladoras de datos, se verían obligadas a ofrecer esta posibilidad, con lo que supone.
A mi qué coño me importa que las empresas pierdan pasta por no poder controlar SIN AUTORIZACIÓN los datos de millones de personas? internet no se inventó para que las empresas hicieran negocios con los datos de las personas, se inventó para que las personas se pudiesen comunicar!
SON las empresas las que han metido la polla en internet para forrarse de manera ilítica con la información de las personas, sin haberles pedido permiso.
Así que, QUE SE JODAN!
1saludo