Algunos encuentran ciertas similitudes entre la vida real y StarWars, La Guerra de las Galaxias. De las películas de esta saga se pueden extraer muchas conclusiones que pueden ser muy útiles para gestionar tu negocio.
–Rodearse de las personas adecuadas: Luke Skywalker atraviesa por una serie de situaciones complicadas, pero la diferencia entre salir victorioso o quedar atrapado en el problema dependerá de las personas que le rodean. En tu negocio empresarial resulta necesario trabajar con personas idóneas, ya sean socios, cofundadores, inversores o empleados.
–Alcanzar acuerdos estratégicos: en el Retorno del Jedi, por ejemplo, aterriza en la Luna de Endor la Alianza Rebelde con el propósito de acabar con el generador de escudos imperial. Se encuentran la tribu de los Ewoks y tomarán a C-3PO por un dios. Al final se acaba uniendo a la tribu la Alianza Rebelde y eso les permitirá combatir mejor contra el Imperio. Cuanta más gente unas a tu proyecto, mejores resultados conseguirás.
–Pagar deudas: Han Solo intenta huir de los acreedores en distintos planetas. Lo adecuado es solucionar lo antes posible cualquier deuda que tengas contraída. Seguro que así te quitas un gran peso de encima.
–Flexibilidad: en la película los protagonistas comprueban como los planes iniciales no siempre les salen bien, lo que les obligará en ciertos momentos a improvisar y a resolver situaciones con las que no contaban. Si consigues rodearte de las personas adecuadas y además eres flexibles, no tendrás tantos problemas para superar los contratiempos.
–Confiar en el instinto: en el film, cuando Luke acude a destruir la primera Estrella de la Muerte opta por desconectar los distintos equipos electrónicos siguiendo lo que le dicen sus instintos. Y todo ello pese a contar con la opinión contraria del resto de personas que le rodeaban. En los negocios ese sentido común o instinto te conducirá hacia la decisión más adecuada.
–No solo experiencia: lo importante a la hora de emprender pasa por saber realizar una determinada tarea y hacerla bien. Por muchos títulos que se tengan, si no somos capaces de soportar en ocasiones la presión a la hora de actuar, el resultado será nefasto. Sólo hay que ver como Luke, sin ser un gran piloto, consiguió volar con gran destreza sin ser derribado utilizando su talento. Por eso a la hora de emprender hay que apostar por aquellas áreas que uno controle a la perfección y se encuentre cómodo.
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