Con el verano llegan el buen tiempo y las ansiadas vacaciones, lo que muchas veces se traduce en un descenso de la productividad. Agosto es siempre el mes más conflictivo debido al descenso generalizado de la actividad empresarial en el país. De hecho, muchas pyme prefieren cerrar sus puertas y retomar el negocio en septiembre. No tiene por qué ser así. Sólo hacer falta saber cómo motivar a sus empleados.
La motivación es clave para un buen rendimiento y por eso todo buen jefe debe saber cómo estimular la capacidad laboral de sus empleados incluso en verano. Para quienes ya han vuelto de vacaciones habrá que tratar que recuperen el ritmo lo antes posible y para quienes todavía están esperando esos días de descanso habrá que evitar que se distraigan pesando en la playa. Lograrlo es complicado pero no imposible.
Para los primeros lo más recomendable es dejar por lo menos un par de jornadas para que ‘aterricen’ y se sitúen de nuevo. A partir de ahí habrá que ayudarles a retomar su actividad recordándoles los objetivos de la empresa y los suyos propios. Esto se puede complementar con reuniones en grupo e incluso alguna actividad programa en el exterior, aunque lo ideal es esperar a que todo el personal haya regresado de sus vacaciones para hacerlo o por lo menos llevarla a cabo en dos grandes grupos.
Los empleados que todavía están esperando su turno para disfrutar de unos días libres representan un reto diferente. Los elementos de motivación cambian radicalmente. En este caso lo más importante es conseguir que esté centrado en su trabajo y exprima las posibilidades que ofrecen los meses de verano. Algunas técnicas que suelen dar buenos resultados son las siguientes:
Establecer un plan específico de objetivos e incentivos para verano.
- Jornada laboral continua/reducida. Aunque a priori puede parecer contraproducente, contar con más tiempo libre en verano ayuda a mejorar el estado de ánimo del trabajador y su productividad durante estas fechas. Además, los objetivos fijados anteriormente ayudarán a que no pierda el hilo de su trabajo.
- Agosto puede ser un buen mes para evaluar la primera parte del año y planificar el resto del curso. El descenso de la carga laboral hace que sea posible tomarse un descanso para evaluar el rendimiento de trabajador y establecer una nueva línea de actuación.
- Planee alguna actividad fuera de la oficina. El verano es una época ideal para fomentar el espíritu de equipo y de grupo dentro de la empresa.
Motivar a los empleados es algo sumamente importante en las empresas. Una plantilla motivada trabaja mucho mejor y en consecuencia incrementa su productividad.