En los últimos años han proliferado mucho los proyectos de e-commerce gracias a todas las ventajas que presenta internet para los emprendedores. Sin embargo, los inicios se plantean como un gran reto ya que se necesita una pequeña inversión para ponerlo en marcha. Ahorros personales, microcréditos, fondos de capital emprendedor o plataformas de crowdfunding son algunas de las vías a través de las cuales se puede encontrar la financiación necesaria para comenzar a montar la tienda online. Además de los créditos online, que dan la oportunidad a todos de pedir dinero sin garantías (hasta se pueden pedir microcréditos con asnef y sin nómina), el crowdfunding es una excelente idea para financiar un nuevo negocio.
Las plataformas de crowdfunding han puesto sobre la mesa la economía colaborativa que está transformando la manera de emprender y de llevar a cabo proyectos, en, prácticamente, todos los ámbitos. Se trata de generar grandes redes para poner en valor una idea concreta y que ésta pueda materializarse.
Sitios como goteo.org o Kickstarter son algunos de los lugares donde podemos ver cómo han nacido proyectos gracias a la contribución de los usuarios, pero la lista se antoja cada vez más larga ya que, cada vez más, surgen nuevas propuestas.
Hay que tener en cuenta una serie de aspectos fundamentales si queremos que nuestra campaña de crowdfunding tenga éxito. No se trata de poner nuestra idea en una plataforma y esperar a que sea valorada sin hacer nada. Se requiere tener planificada una campaña de marketing en torno a cómo lograremos monetizar nuestro proyecto, encontrar la aceptación o el beneplácito de nuestro público, inversores e, incluso, usuarios o futuros compradores.
Las campañas de crowdfunding se mueven, fundamentalmente, en tres ejes: “Tú”, “tu idea” y “el público”. La herramienta más poderosa es la comunicación; se ha de ser capaz de transmitir los valores de la idea, lo que ésta puede aportar a los demás y lo que tú, como persona y emprendedor, puedes llegar a hacer para que alcance el éxito una vez se haya conseguido reunir los recursos necesarios para poder implementarla. Además, en plataformas como Kickstarter se puede comprobar si has donado a otros proyectos y, en caso afirmativo, esto hace también que el público sienta mayor afinidad y empatía.
Si se trata de, por ejemplo, una tienda online de venta de zapatos hechos con transformados de residuos, debemos ser capaces de determinar cuál será la recompensa para el público para motivar su participación y cuáles son los beneficios globales del proyecto, en este caso medioambientales y sociales. Podríamos poner, por ejemplo, cuánto CO2 se ahorraría con la reutilización del material como aspecto llamativo.
Por otro lado, hay que concentrarse en la difusión. Digamos que la idea es el esqueleto, hay que rellenarlo con un buen plan de marketing 360 que logre cautivar no sólo al público que está en la plataforma, si no más allá. En internet no existen fronteras. Se pueden crear perfiles en redes sociales, abrir un blog sobre el tema, lanzar notas o, si se cuenta con un poco de presupuesto, hacer campañas en google adwords y en redes sociales. Todo esto, sin olvidar un instrumento muy poderoso: el vídeo. En pocos minutos hay que ser capaz de explicar el proyecto, el origen de la idea, los beneficios y la recompensa. Existen páginas como PowToon que permiten hacer vídeos gratuitos usando infografías.
No todas las campañas de crowdfunding van a buen puerto, pero con una buena estrategia de marketing y comunicación se tiene la mitad del recorrido hecho.