Ayudar a una persona a conseguir sus metas es una de las cosas más gratificantes y el principal motivo para convertirte en mentor. Así es como puedes lograrlo.
Cada vez son más los emprendedores y profesionales que deciden montar su propio negocio y se apoyan en la figura de una persona con experiencia que pueda asesorarles y guiarles por el camino correcto. Es lo que se conoce como un mentor. Su labor pasa por escuchar, ofrecer información sin prejuicios y resolver cualquier duda que pueda surgir al interesado.
El mentor ideal debe reunir varias características, como ser un asesor, consejero, confidente y coach, todo al mismo tiempo. En primer lugar, la persona que recurre a los servicios de este profesional debe tener claro en qué áreas necesita necesita más apoyo, en que temas debe profundizar. Puede tratarse de un proyecto concreto, de un plan de carrera o del método más adecuado para equilibrar la vida laboral con la personal. Si en algún momento decides convertirte en el mentor de alguien, pídele que llegue con los deberes hechos, con las ideas claras sobre lo que necesita o por lo menos lo que quiere obtener de su relación contigo.
A partir de ahí, parte de tu labor como mentor será la de aportarle confianza en todo momento. Hay que dejarle laro que puede consultar cualquier cuestión sin que preocuparse por las posibles reacciones o consecuencias. Del mismo modo, hay que indicarle que siempre contará con tu apoyo y que en ningún momento pondrá en peligro su carrera. Para que haya un mayor grado de confianza es preciso que el mentor aporte su experiencia con otros, para que de esa manera la tome como referencia.
Este profesional debe proporcionar a quien busca ayuda la capacidad de atenderle con regularidad. Al menos una vez al mes debe reunirse con él, sin prisas y dedicarle todo el tiempo que sea necesario. Eso sí, la persona a la que guías tampoco debe convertirse en una carga para ti.
Gracias a las nuevas tecnologías el mentor se abre muchas puertas. Ya no se limita únicamente a asesorar a personas de su entorno, ya que puede ampliar su ámbito de negocio gracias a las posibilidades que ofrecen medios como Skype u otros sistemas de contactos digitales. Podría estar en línea con cualquier persona del mundo en cuestión de segundos.
Un buen mentor, además, debe de ser crítico y tener la posibilidad de señalarte las áreas de oportunidad y cómo poder mejorarlas. Para ejercer de esta figura es importante contar con experiencia previa y estar acostumbrado a resolver cuestiones de trabajo similares a las que te encontrarás con los emprendedores.
Sería conveniente que la relación no se quedase reducido a un encuentro esporádico entre ambos y sólo abordando aspectos laborales. Habría que generar una amistad en donde hubiese un respeto profesional, proporcionándole los suficientes recursos para que pueda haber un crecimiento en todos los apartados, tanto en lo laboral como en lo personal.
Además de ser una actividad muy reconfortante a nivel emocional, hacer de mentor puede abrirte aún más puertas profesionales. La clave está en acertar con la persona que vas a tomar bajo tu brazo, que sea alguien con potencial. Y si lo haces dentro de tu propia empresa, estarás ayudando al desarrollo profesional de tus empleados y por lo tanto al de tu propia empresa, además de ser un mejor líder.
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