Asesoría fiscal y gestoría en las pymes: diferencias a tener en cuenta

Un error muy común entre los usuarios, es creer que la asesoría y la gestoría son conceptos casi idénticos, cuando la realidad es que son completamente lo contrario. Por ello, para no confundir más ninguno de los dos, es necesario informarse debidamente sobre ambos. 

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La asesoría fiscal

Para empezar, hablaremos de lo que es una asesoría. Cuando acudimos a una asesoría fiscal, la ayuda que se nos puede ofrecer son, generalmente, servicios de asesoramiento jurídico y fiscal, especializados en su mayoría en derecho financiero, tributario, legal y contabilidad.

En cuanto a los trámites que se desempeñan en una asesoría fiscal, hay que tener en cuenta que, al tener obligaciones tributarias y laborales, dichos trámites estarán enfocados a órganos como la Seguridad Social y Hacienda.

Además, al contrario de lo que mucha gente piensa, una asesoría fiscal no se centra únicamente en la gestión de los procesos administrativos. A lo que más atención suele prestar es precisamente a la planificación de los activos económicos o laborales de la empresa, con el objetivo de mejorarla para que la trayectoria de ésta sea mucho más exitosa.

Para trabajar en una asesoría fiscal, no hay una cualificación determinada obligatoria que la persona deba tener, aunque hay ciertos trabajadores que por su formación, resultan mucho más adecuados para el puesto de asesor.

La gestoría

Después tenemos a las gestorías, en las que podremos contratar servicios de gestión de administración, tanto para empresas como para usuarios particulares. De esta manera, las gestorías se encuentran especializadas, y esto quiere decir que sus servicios se centran en todos aquellos trámites administrativos que generan las actividades profesionales, como pueden ser el control de ingresos o la facturación, entre muchos otros.

En este caso, el perfil profesional que predomina en una gestoría, es el de gestor, como no podía ser de otra manera. Para obtener un perfil como este, es necesario realizar determinadas carreras universitarias o bien estudios complementarios de gestoría, y pasar por una prueba de acceso específica.

Los servicios que se ofrecen en una gestoría son diversos, por lo que a menudo suelen cruzarse algunos aspectos en lo que respecta a las tareas de gestoría. Es por esta razón que es tan necesario contratar a personal cualificado para cubrir los diferentes ámbitos que vamos a encontrar, o bien se necesita que el gestor se especialice en ámbitos como pueden ser la contabilidad y los entornos legales documentales.

Por lo tanto, aunque a priori nos pueden parecer dos conceptos muy parecidos y nos generan confusión, como ya hemos visto sus diferencias son bastantes y dejan muy claro que para nada hablamos de lo mismo al referirnos a una gestoría que a una asesoría. Una manera sencilla de no volver a confundir ambos términos, es prestar atención a sus propios nombres. Una gestoría se encuentra especializada en la gestión administrativa, mientras que una asesoría ya sea fiscal o laboral, se especializa en asesoramiento tributario y contable si es fiscal, o bien simplemente laboral.

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