Cansancio constante, ansiedad, apatía, falta de apetito y de sueño, tristeza, desgana, mal humor… Si al volver de vacaciones y empezar a trabajar tienes esos síntomas puede que sufras estrés posvacacional. Aquí te contamos todas las claves al respecto
Para la gran mayoría -asalariados, funcionarios e incluso autónomos- el comienzo del mes de septiembre significa la vuelta a la rutina, a los horarios y al trabajo. La adaptación para algunos se hace más fácil, sea por la razón que sea, pero, para otros, el repentino cambio en el estilo de vida desde las vacaciones origina el llamado síndrome posvacacional.
¿Pero cuánto hay de mito y de realidad en este fenómeno? Si eres de los que le afecta, aquí te contamos cómo afrontar el síndrome posvacacional.
Qué es el síndrome posvacacional
El síndrome posvacacional consiste en un malestar general que, en la mayoría de los casos, repercute en la productividad y en el rendimiento del trabajador, viéndose ambos reducidos. Este síndrome, que aparece tras las vacaciones, está causado por la mala adaptación al cambio de vida que supone la vuelta a la rutina. Cuanto mayor es el contraste con las prácticas adoptadas en vacaciones, mayor probabilidad hay de sufrir el estrés posvacacional.
¿Sufres el síndrome posvacacional?
En general, a la mayoría de los trabajadores no le hace gracia volver a la oficina. Sin embargo, no todos sobrellevan ese regreso a la rutina de la misma manera. Así, los síntomas más evidentes del síndrome posvacacional son cansancio constante, especial nerviosismo, apatía, falta de apetito y de sueño, tristeza, desgana, mal humor, insomnio (aquí te contamos cómo mantener el pulso laboral cuando no duermes) e, incluso, estados depresivos, entre otros.
En ese sentido, cabe destacar que la también conocida como depresión posvacacional se agudiza especialmente si el empleado no está a gusto o bien adaptado en el trabajo. Cuando el trabajador no guarda buena relación con sus compañeros o no está de acuerdo con las condiciones laborales, lógicamente, la vuelta de vacaciones se hará mucho más dura.
Cómo afrontar el síndrome posvacacional
Más allá de los síntomas o de las situaciones particulares, como sucede en muchas otros aspectos de la vida, lo más aconsejable es centrarse en las soluciones y no tanto en el problema. Por ello, a continuación te ofrecemos varias claves sobre cómo afrontar el síndrome posvacacional.
El síndrome posvacacional en el el trabajador
Aunque a los trabajadores puede que nos les importe tanto la productividad del negocio como a los directivos o a los empresarios, lo cierto es que evitar el malestar que supone la vuelta al trabajo beneficia a todos los involucrados.
Algunos de los trucos que están en tu mano para facilitar la adaptación tras las vacaciones son:
- Fijar unos horarios y seguir ciertas rutinas. Tras un periodo en el que se relajan las costumbres -lo cual es recomendable en los días de asueto-, tanto a la mente como al cuerpo les cuesta readaptarse. Por ejemplo, al madrugar o al recuperar la rutina. Por ese motivo te aconsejamos que vuelvas a tus horarios habituales, incluso un poco antes de regresar al trabajo.
- Pasar unos días en casa después de las vacaciones y antes de empezar a trabajar para que el cambio no sea tan brusco y haya un periodo de adaptación.
- Una vez que vuelvas a la rutina, intenta no descuidar las horas necesarias de sueño y trata de mantener ciertas pautas para facilitarlo. Por ejemplo, desconectar el teléfono móvil mientras descansas.
- Al igual que el periodo de readaptación general, tampoco está de más pasar unos días antes acostándote y levantándonte a las horas habituales según tu horario de trabajo.
- Cuidar la alimentación para tener la energía necesaria que te permita sobrellevar los esfuerzos que no has estado haciendo durante tu descanso.
- Hacer deporte. Seguramente estás pensando que resulta fácil decirlo pero no tan sencillo hacerlo realidad… y no te falta razón. Lo más difícil es empezar, después, en cuanto logras cierta rutina, será más llevadero. Las endorfinas que liberarás te harán sentir mejor, reducirás el estrés y mejorarás el descanso. Resulta preferible practicar deporte en las primeras horas del día: cuanto más lejos de la noche, mejor.
- No descuides el tiempo libre. El tiempo para ti mismo es fundamental, aunque a veces sea complicado sacarlo de algún lado. Lo ideal es no dejar de lado el ocio y compatibilizarlo con la vida laboral.
El síndrome posvacacional y la empresa
Aunque se tiende a pensar únicamente en el trabajador cuando se habla de síndrome posvacacional, a la empresa también le puede afectar. Así, a algunas personas les puede parecer que esto del estrés postvacacional es irrelevante o incluso un invento, lo cierto es que en muchos casos la productividad de la empresa se ve afectada. Tanto, que la buena adaptación de los trabajadores se convierte en algo que tener en cuenta.
En ese sentido, algunas de las cosas que las empresas pueden hacer para facilitar la vuelta al trabajo de sus empleados son alargar la jornada de verano (dejar en septiembre el horario modificado o más flexible para que el trabajador pueda disfrutar de tiempo libre) o permitir el acceso a actividades de ocio a los trabajadores (organizar torneos, distintas actividades o facilitar el acceso a instalaciones deportivas) son dos buenos ejemplos.