Es la pregunta del millón, la que se hacen la mayoría de empresarios de España, uno de los países con menor índice de productividad de la Unión Europea. Aprender a motivar a los empleados es una de las tareas más difíciles que debe afrontar un emprendedor y no todo el mundo está igualmente cualificado para lograrlo. Existen diferentes fórmulas desde los bonus por objetivo, hasta los regalos en navidades pasando por frases de liderazgo, formación cargo de la empresa o posibilidades de promoción profesional.
En cualquier caso, para que estas técnicas funcionen la pyme debe averiguar primero qué motiva a sus empleados. Evidentemente cada persona es un mundo y las motivaciones cambian de trabajador a trabajador, lo que hace más complicado encontrar fórmulas universales de motivación. Por fortuna, la estadística ayuda a encontrar un punto de equilibrio entre lo particular y lo global y esto es precisamente lo que ha hecho el portal de empleo Monster a través de una encuesta realizada a 28.301 empleados de Europa y América.
Los resultados obtenidos por Monster sitúan a la satisfacción personal como principal motivación de los empleados para mejorar su rendimiento. En concreto, esto es lo que piensan el 45% de los encuestados. Por detrás figuran otros incentivos como el dinero (31%), el respeto de los compañeros y jefes (18%) y las posibilidades de ascenso (6%).En el caso de los empleados españoles, la satisfacción personal es todavía más importante y el 57% lo sitúa como su principal incentivo por delante del dinero, que tienta a un 27%, el respecto (10%) y las posibilidades de ascenso (6%).
La pregunta que ahora deberían hacerse los empresarios es ¿cómo conseguir que un empleado esté satisfecho consigo mismo? Dejando de lado los aspectos relacionados con la vida privada, imposibles de controlar por la empresa, sí que hay formas para lograr un mayor grado de felicidad por parte de los empleados, empezando por fomentar un buen ambiente laboral (los rumores, por ejemplo, cacusan una pérdida de productividad del 50%). También ayuda mostrar confianza en los empleados, hacerles sentir parte de la empresa (cuanto más pequeña, más importante) o apoyarles en cuestiones personales, por ejemplo.