La escasez de empleo, la poca esperanza de encontrar trabajo en un futuro próximo y la necesidad son tres factores que han llevado a muchas personas en los últimos años a emprender, a convertirse en sus propios jefes y a desarrollar una idea empresarial. El problema que se platea ahora es si tantos nuevos emprendedores no serán demasiados.
Al igual que con las viviendas o con el oro, se habla de una burbuja, de la burbuja del emprendimiento. Una burbuja es algo que se crea, se fomenta, se alimenta, se mantiene y que tarde o temprano explota haciendo perder grandes cantidades de dinero a muchas personas.
Si analizamos lo que está sucediendo hoy en día con los emprendedores, nos damos cuenta de que cumple las características típicas de una burbuja. Nos pintan el emprendimiento como algo lleno de oportunidades, un árbol lleno de frutos maduros, pero nada más lejos de la realidad, emprender es sacrificado y mucho.
Emprender un negocio no es tan sencillo como lo pintan y, al igual que pasa con todo en la vida, no todo el mundo sirve para ello. Se trata de una tarea dura, sacrificada, que requiere mucho tiempo y muchos recursos. Sin embargo, muchas veces el deseo desesperado de tener ingresos nos hace ver solamente las oportunidades y no las pegas de montar un negocio y hay muchos que se tiran a la piscina sin comprobar antes si esta está llena o no.
Los negocios por internet
Son la gran estrella de esta burbuja. Existe una creencia popular que consiste en que se cree que los negocios basados en internet solo tienen beneficios y que los gastos son pocos y muy controlados. No es mi intención desanimar a nadie pero esto no es así.
Fundar una tienda que funcione por internet o un negocio basado en internet no garantiza ningún ingreso. A menudo, son muchos los emprendedores que creen que el éxito está garantizado y al final se encuentran con que tienen que hacer frente a gastos inesperados como espacio de almacenaje o stock sin vender.
Ser realista e informarse hasta la saciedad serán dos claves que nos resultarán imprescindibles en nuestro camino hacia el éxito.
Un especial agradecimiento a nuestro colaborador Antonio Ruiz, que me ha dado la idea con su artículo La burbuja de emprendedores.
Por fin un artículo que baja a la tierra. Tantas frases motivadoras, tanto «tu puedes», que al final nos nublan la vista y pensamos que de verdad podemos. Y no estrellamos. Y nos dicen que aunque nos estrellemos, tenemos que seguir intentándolo, porque los que tienen éxito, se han estrellado muchas veces… y venga a dar contra el muro!
Efectivamente. Montar un negocio exige una planificación previa:
– Requerimientos económicos.
– Mercado potencial.
– Plan de ingresos y gastos a corto y largo plazo.
– Plan de financiación.
Lo malo es que en este país la cultura empresarial es claramente deficiente. La gente se tira al río sin salvavidas y monta un negocio «a ver que sale», y acaba peor que cuando empezó (de hecho se han creado más de 600.000 nuevos negocios, de los cuales ha cerrado casi la mitad en el primer año).
Otro error frecuente, cuando se pueden acoger a una ayuda o subvención, es que se cuenta con ella para la financiación desde un principio. ¡CRASO ERROR! Las administraciones son lentas, ¡muy lentas!, para conceder las ayudas, y más lentas aún para pagarlas (fácilmente transcurre año y medio, sino más, antes de ver un duro), y hay que leerse muy bien las condiciones de esa subvención, porque muchas son condicionadas a mantener la actividad durante x tiempo, o a mantener empleos… de forma que, si no se cumplen, hay que devolver esas subvenciones, con los intereses de demora correspondientes.
Y en el 99% de los casos, los comienzos siempre son duros. Raro es el negocio que tiene éxito desde un primer momento, y pueden pasar varios años antes de empezar a ver beneficios, de ahí que se tenga que hacer una planificación cuidadosa (y realista) de lo que se pretende hacer
Gracias a tí por inspirarte en mi artículo. Muy buen trabajo.
Gracias por la informacion, me ha motivado a seguir adelante