Reforma laboral: modelo danés

España busca salir de la situación de crisis laboral del paro, partiendo de un nuevo modelo, es por ello que busca adoptar alguno de los modelos que con éxito han implementado alguno de los países europeos, entre ellos los países nórdicos como Dinamarca.

El modelo implementado por Dinamarca le permite que se ubique entre los primeros los países de la OCDE en renta per cápita y en competitividad internacional. Además de registrar, uno de los niveles de desempleo más bajos del mundo.

Durante 2006 se ubicó en el 3,8%, ese fue el nivel más bajo desde 1975, aunque en Febrero pasado subió al 4,8%. Posibilitado por la denominad “flexiguridad”, que es la combinación de flexibilidad dirigida a los empresarios y la seguridad para los trabajadores.

El inicio de este tipo de sistema se remonta al Acuerdo laboral de 1899, después de una huelga general, desde entonces los empresarios les asistió el derecho a contratar y despedir, a la vez que para los trabajadores obtuvieron el derecho a sindicarse, así como el de negociar sus salarios y las condiciones laborales.

El modelo de flexiguridad se apoya en lo que se denomina “triángulo dorado” conformado por (un mercado laboral flexible, pocas dificultades para despedir e indemnizaciones muy bajas; prestaciones por desempleo altas, además de políticas para el mercado laboral), aplicando fuertes medidas para poder ayudar a parados a que puedan desarrollar competencias para volver al mercado laboral.

Respecto a lo que se da en Dinamarca, existe un movimiento que es continuo de trabajadores que pasan del empleo al desempleo y se da también viceversa.

El 20% de los trabajadores daneses llega a perder su trabajo cada año y a la vez el 75% logra reincorporarse a otro puesto laboral, en otra empresa, antes de 1 año de haber perdido su anterior trabajo.

Ante esta situación, los desempleados reciben perciben, el 90% de su salario por un período de 4 años, de 2.000€ al mes, notándose que no hay gran diferencia entre los ingresos de los trabajadores y los desempleados.

Una de las principales razones del éxito de este modelo, es el de las políticas de formación, que se encuentran divididas en dos modalidades. El Estado es el que financia el programa de aprendizaje que es de por vida -lifelong learning- dirigido a los empleados y los parados para que participen en programas de formación 2 semanas al año, teniendo como ventaja que estos programas permiten aprender otra profesión.

Es el propio sistema, el que se encarga de contactarse con los desempleados a los 6 meses de ser despedido para formarlos en tareas que sean compatibles con las necesidades de las empresas, si los desempleados no se forman pierden el subsidio.

El problema de implementar este tipo de modelo es que es muy caro, ya que se debería elevar mucho los impuestos, siendo en Dinamarca uno de los más altos a nivel mundial.

Claro que para que un modelo sea exitoso también debe de sustentarse en otros factores, ya que las relaciones entre los empleadores y los empleados es buena como la de los sindicatos y empresarios. Esto se da también a partir de que Dinamarca es uno de los países más honesto del planeta junto a Suecia y Nueva Zelanda.

A todo esto España cuenta con la tasa de paro más alta de Europa, además de ser el país que tiene las indemnizaciones por despido más caras. Actualmente el coste de despido en España para un trabajador con un salario bruto anual de 24.000€, teniendo 10 años de antigüedad, es de 36.000€ esto es 45 días de salario por año en la modalidad de despido individual improcedente. Mientras que un empleado bajo similares condiciones en Dinamarca recibiría solo 5.900€.

Fuente: Elciervo.es

Imagen: Google

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