Si tienes un negocio online y vendes a través de internet necesitas tu propio canal de venta. Esta es una máxima que se ha mantenido a lo largo del tiempo pero que está perdiendo vigencia de forma acelerada. Cada vez son más las empresas que aprovechan las redes de distribución y venta que ofrecen la red para evitar el coste de una plataforma propia.
Un 65% de los comercios que venden en plataformas de ecommerce no tienen otro canal de venta online. Así de demoledoras son las conclusiones de un reciente estudio elaborado por LetsBonus, según el cada vez más empresas usan canales de venta externos en lugar de propios.
Detrás de esta apuesta figura la facilidad para empezar a vender sin el trabajo y los trámites que supone la creación de una página, pero como en todo modelo, existen una serie de ventajas y otros elementos que no son tan positivos.
Ventajas de operar con un canal ajeno
Una de las mayores ventajas de operar a través de una plataforma de ecommerce y usarla como principal canal de venta es el ahorro de costes. Se puede empezar la actividad de forma prácticamente inmediata y con una estructura de costes muy reducida, ya que no hay casi inversión económica para desarrollar una presencia online más allá de que se quiera, por ejemplo, invertir en redes sociales –aquí puedes ver si tu empresa necesita o no tener este tipo de presencia-. Esto explica que el 90% de las empresas que usan estos canales de distribución como Letsbonus, pero también otros más potentes como eBay o Amazon, por poner dos ejemplos, sean micropymes, pequeños comercios y negocios familiares con menos de 10 empleados y 500.000 euros de facturación.
Si necesitas conseguir clientes de forna rápida y eres un negocio off-line, Coupon y otras opciones similares pueden ayudarte a conseguirlo. De hecho, esta es la razón de un 40% de quienes se acercan a estas plataformas teniendo ya un canal propio, Los resultados, según LetsBonus, son un incremento del 30% en ventas y una mayor fidelización.
Desventajas de operar con un canal ajeno
Como es lógico, operar sin canal de venta propio también tiene sus riesgos. Para empezar, obliga a la empresa a depender de canales que no puede controlar. En cierto sentido está alquilando un espacio de venta que no está bajo su control, aunque en el ámbito de internet esto es muy habitual. Y si no piensa en que esto mismo es lo que se hace al usar Google Adwords o la publicidad en redes sociales para atraer tráfico.
Del mismo modo, piensa en impacto negativo de un cambio en el algoritmo de búsqueda de Facebook o un aumento del coste de cada venta en los anuncios por Adwords. Y es que al usar un canal de venta ajeno el ROI o Return Over Investment es mucho más difícil de controlar, por no decir imposible. Lo que funciona hoy a un precio mañana puede costar más si otras personas descubren ese mismo canal para llegar al cliente. De hecho, esta guerra ya se está librando en canales como eBay, donde empieza a haber expertos en posicionamiento dentro de la plataforma.
En cualquier caso, esto también es lo que ocurre cuando contamos con una página web pero fiamos el tráfico que recibe a la acción en redes sociales o al posicionamiento en Google. Cualquier cambio en estos medios afectará a nuestro tráfico y por lo tanto a nuestras ventas, aunque al tener página propia como plataforma de venta, por lo menos habrá un lugar hacia el que encauzar y donde fidelizar al ciente
Al final, tener un canal de distribución ajeno sirve para eliminar muchos costes y quebraderos de cabeza comerciales y centras los esfuerzos, pero sobre todo sirve como complemento al canal propio.
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