La juventud está para hacer locuras y muchos de los que hoy son grandes empresarias lo han hecho. Sin embargo, muchos de ellos también compartieron determinados hábitos antes de triunfar. Esto es lo que hacían los grandes emprendedores de jóvenes.
Aunque a priori pueda resultar difícil establecer un punto de unión entre personas tan diferentes como Steve Jobs, Elon Misk, Auren Hoffman o Bill Gates más allá de su indudable éxito personal y profesional la realidad es que en la mayoría de casos mantienen y han mantenido hábitos vitales similares. Algunos de ellos incluso cuando eran pequeños. Estas son las cosas que los emprendedores de éxito hacen cuando son jóvenes, enter los 10 y los 22 años, y que les diferencia del resto.
Pasan tiempo solos
La juventud es un periodo donde se busca reafirmar la personalidad, pero también donde el sentimiento de pertenencia a un grupo es importante. También lo es para los emprendedores, pero muchos de ellos buscan pasar tiempo en solitario, por su cuenta, lo que se traduce en tiempo para aprender, imaginar, soñar… En definitiva, para pensar en quienes, son qué quieren y cómo conseguirlo.
Leen
Los emprendedores son ávidos lectores, algo que aprendieron de niño. Y no solo leen Best Sellers, también otros textos más complicados, como algunos de los clásicos de la literatura, que al final les ayudarán a expandir su mente.
Incluso leen ensayos, textos políticos. Los que hoy en día son más mayores incluso podrían pasarse horas repasando una enciclopedia a falta de otra cosa. De forma resumida, fueron niños a los que sus padres llegaron a pedirles que leyesen menos.
La ventaja de los niños de hoy que serán los emprendedores de mañana es que cuenta con un acceso más fácil a la información y también con mucha más información disponible.
Juegan a interpretar roles
Cuando son niños los emprendedores pasan más tiempo jugando a interpretar roles y no tanto practicando deportes organizados. Básicamente, practican actividades donde la imaginación tiene un papel fundamental y que servirán para espolear su creatividad. Papás y mamás, agentes secretos, superhéros, empresarias de éxito… Los roles son infinitos, como las posibilidades del juego.
Experimentan
El emprendedor es curioso, especialmente de pequeño. Encontrará fórmulas para experimentar con su entorno (capturar insectos es un buen ejemplo), tratará de descubrir cómo funciona la luz de casa (cuidado, puede ser peligroso) o probará a construir una presa en un riachuelo, por poner tres ejemplos.
De nuevo, estamos ante actividades creativas pero que también combinan dosis de paciencia y capacidad de observación.
Desarrollan actividades creativas
Pintar, escribir cuentos, programar… Los niños y adolescentes emprendedores encuentran fórmulas de plasmar su creatividad.
Crean en lugar de consumir
Un niño emprendedor puede ver la televisión, leer escuchar música… Sin embargo, pasará más tiempo que el resto de niños en actividades de creación y no de consumo, como las que hemos mencionado.
Crear es más complicado que consumir, también por la cantidad de opciones de consumo que hay hoy en día.
Huyen de las presiones sociales del colegio
Los colegios son quizás unos de los entornos socialmente más opresivos. Cada alumno busca hacerse con un hueco en un organigrama social generalmente muy estricto. Es como una versión colegial de Juego de Tronos pero todavía más competitiva y de la que puede resultar difícil escapar.
Al pasar más tiempo solos, los emprendedores adolescentes se toman sus descansos del desgraste psicológico que supone esta lucha constante y pueden dedicar su energía a cosas más reconfortantes.
Y tu ¿te reconoces en alguna de estas actitudes? ¿Y a tus hijos?
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Imagen – Sunny studio y en Shutterstock
