Los últimos cambios en materia de paro y trabajadores autónomos avanzan en la buena dirección y permitirán a los profesionales por cuenta propia acceder más rápido a su prestación por desempleo.
Paro y autónomos son dos palabras que hasta hace poco no casaban muy bien pero que cada vez lo hacen mejor. Aunque todavía hay camino que andar para que la prestación se iguale a la de los trabajadores asalariados, especialmente en lo que a los requisitos para cobrarla se refiere, la última iniciativa del Gobierno va encaminada en la buena dirección.
Según publica ABC, el Ejecutivo ha incluido una nueva enmienda en la Ley de Segunda Oportunidad que permitirá a los autónomos tener acceso y derecho a la prestación desde el primer día del mes siguiente al que cesen la actividad. Hay que recordar que en la actualidad los trabajadores por cuenta propia deben esperar dos meses para poder disfrutar de su prestación por desempleo.
Además, en el caso del paro para los autónomos económicamente dependientes, se limita su actividad de forma que una vez concluya la relación con el cliente principal y que los convierte en dependientes, no podrán tener actividad con otros clientes a partir del día que empiecen a cobrar la prestación.
Esta medida acerca algo más la situación del autónomo a la del empleado, si bien es cierto que éstos últimos disfrutan del paro nada más ser cesados.
Los requisitos para acceder al paro
Las nuevas medidas también pretenden aumentar le número de autónomos con acceso al paro y los requisitos para acceder al mismo. Según los cambios introducidos por el Ministerio de Empleo en la Ley de Mutuas de 2015, los trabajadores ya no están obligados a presentar un 30% de pérdidas anuales o un 20% de pérdidas en dos años, sino que bastará con que la cuantía de los números rojos sea de un 10%. Del mismo modo, se mejoraron los medios de prueba para acreditar estas pérdidas.
El objetivo final es que cada vez más autónomos puedan cobrar el paro, ya que si nos atenemos a las cifras objetivas, todavía son pocos quienes cotizan por el cese de actividad -apenas 637.261 autónomos de los más tres millones que hay en el país- y todavía menos quienes efectivamente consiguen cobrar el paro. De hecho, en 2013 apenas un 22,52% de las solicitudes terminaron cobrando la prestación.