Todos los aspectos que rodean el negocio de una pyme son importantes. Pero, generalmente el emprendedor presta mucha atención al detalle externo y a veces nos olvidamos de la importancia de la organización en las pymes.
La organización interna de la empresa pasa por diferentes aspectos y herramientas, pero, sin duda, una de las claves fundamentales, y a tener en cuenta, es como crear y aprovechar los organigramas de manera clara.
Comenzando a organizar la pyme
Por norma general, un organigrama suele realizarse mediante una representación gráfica, y a través de ella se representa toda la estructura interna que posee la empresa en cuestión. Para la organización del organigrama, se utilizan varios métodos, de los cuales podemos destacar la distribución jerárquica, las interrelaciones y competencias, todo ello teniendo siempre en cuenta la situación en la que se encuentra la empresa.
Uno de los principales objetivos del organigrama, es conseguir una correcta comprensión e interpretación de la estructura interna de una empresa, incluso a través de su versión más simplificada. Dichos organigramas nos permiten tener una perspectiva mucho más amplia de toda la información de la empresa, de manera que podemos detectar rápidamente en dónde se encuentran los errores que no permiten un desarrollo adecuado para ella, si es que los hubiera, para poder ponerles remedio inmediatamente.
Todas las empresas necesitan actualizarse constantemente para no quedarse atrás, sobre todo actualmente, donde la competencia en casi todos los ámbitos es amplia y diversa. El organigrama también permite analizar donde resulta más necesario aplicar una mejora en la empresa, como por ejemplo mejorar los planes de administración o la ejecución de las tareas.
Y no sólo esto. El organigrama también permite comprobar si la distribución de autoridad en la empresa es la realmente adecuada o, por el contrario, resulta necesario realizar cambios. Además, el organigrama también funciona de manera informativa, ya que se puede ver cuál es el papel de cada persona en la empresa.
Es importante destacar que existen varios tipos de organigrama diferentes, no solamente de la forma gráfica que ya hemos visto, es posible añadir cierta información de otras maneras o complementar la gráfica con otras técnicas diferentes.
Descubre en este post los principales problemas en la digitalización de las pymes
Como aplicar correctamente un organigrama
Como ya hemos mencionado, la forma más común de realizar un organigrama es de manera gráfica. De esta manera, un organigrama puede ser vertical y organizar la empresa en diversas ramas, de forma piramidal, que es como más se suele hacer.
También es posible realizar un organigrama de forma horizontal. Esto significa que la organización va de derecha a izquierda, ordenándose los distintos niveles jerárquicos mediante columnas. El organigrama vertical y horizontal pueden combinarse, dando lugar al organigrama mixto, que es poco conocido pero posible de realizar.
Por otro lado, podemos encontrar los organigramas circulares, que son aquellos que distribuyen los distintos niveles jerárquicos a partir de un círculo central como el punto superior, para crear otros círculos a su alrededor que vayan representando los niveles jerárquicos que existen en la empresa.
Para finalizar, tenemos los organigramas en bloque, que son una mejora de los organigramas verticales. En este tipo de organigramas, la información se concentra en espacios más pequeños. Por lo tanto, se trata de una forma más amplia de reflejar los niveles jerárquicos más bajos.