Mientras que los bancos suelen rechazar las solicitudes de ayudas económicas, inversores privados ofrecen distintas opciones para financiar a pequeñas y medianas empresas.
A la hora de desarrollar un proyecto nuevo o evolucionar una idea ya consolidada, uno de los principales desafíos a los que se enfrentan pymes y autónomos es buscar la manera de conseguir la financiación necesaria para poner manos a la obra.
En los últimos años, la crisis económica ha dificultado el acceso a las ayudas financieras bancarias. Los bancos aumentaron sus requisitos para poder acceder a un crédito o, simplemente, dejaron de otorgarlos. Esta situación dio origen a la llamada financiación alternativa.
En qué consiste la financiación alternativa
La financiación alternativa es una forma de financiación mediante la cual emprendedores, pequeñas y medianas empresas se conectan con inversores o instituciones financieras privadas para conseguir el capital que necesitan para llevar a cabo sus proyectos.
En la actualidad, el avance de la tecnología ha logrado que esta modalidad supere a la financiación bancaria en algunos países de Europa. Las instituciones ofrecen distintas opciones para que cada empresa pueda elegir la que mejor se adapte a sus necesidades. El proceso suele ser mucho más ágil que dentro del sistema bancario.
Opciones de financiación alternativa
La financiación alternativa puede dividirse en dos grandes grupos. En el primero se encuentran instituciones privadas especializadas en brindar financiación a pequeñas empresas. Estas instituciones suelen ofrecer distintas opciones en sus sitios webs. En corfisa.com las opciones de financiación alternativa para pymes y autónomos incluyen descuento de pagarés, factoring, confirming y descuento de letras, entre otras.
El segundo grupo, conocido como financiamiento colectivo, está compuesto por aquellos individuos que buscan invertir a través de distintas plataformas, ofreciendo su capital a las empresas a cambio de una compensación variable. Hay tres opciones de ayuda colectiva: el crowdfunding, que permite a cualquier persona apoyar un proyecto de su interés a cambio de una recompensa basada en la cantidad aportada; el crowdinvesting, modelo que permite a los inversores adquirir acciones de empresas en desarrollo por pequeñas cantidades de dinero; y el crowdlending, mediante el cual inversores privados ofrecen préstamos de capital a las empresas, que deben contar con una garantía.
Ventajas de la financiación alternativa
El auge de este tipo de financiación se debe, en gran parte, a los pocos requisitos necesarios para acceder a ella y a las ventajas que ofrece a los emprendedores, entre las que se destacan las siguientes:
Financiación de fácil acceso
Acceder al dinero de inversores privados es mucho más fácil que acceder al de los bancos. No solo los requisitos son mínimos, sino que incluso las personas incluidas en listados de morosos pueden utilizar este sistema. Además, con el avance de las tecnologías, el proceso suele ser rápido y simple.
Condiciones y tasas más convenientes
Este tipo de financiación suele ofrecer intereses y comisiones muy inferiores a las que ofrecen los bancos u otros prestamistas. De esta forma, las pequeñas empresas pueden solicitar ayuda sabiendo que no entrarán en un círculo vicioso que las condene a medio o largo plazo.
Gran nivel de oferta
Hace unos años atrás, recurrir a los bancos era la única opción en momentos en los que una empresa necesitaba financiar sus proyectos. Sin embargo, los distintos tipos de financiación disponibles actualmente permiten, incluso, analizar con detenimiento cuál de todas las opciones es la más conveniente para el negocio. Según el nivel de necesidad de los emprendedores, existen opciones a corto o largo plazo.
Comodidad para acceder al capital
Con la financiación alternativa se terminaron las horas de espera en sucursales bancarias. Los servicios privados están disponibles a través de plataformas en internet y basta con una simple búsqueda desde la comodidad del escritorio para conocer cuál es la opción más conveniente.
