Durante la sesión de investidura, Mariano Rajoy comentó algunas de las medidas que su gobierno piensa tomar para sacar a nuestro país de donde los tenemos. Una de ellas es la referente a los puentes. Mal que nos pese, es algo que tarde o temprano tenía que llevarse a cabo. Una medida que hace tiempo que los países de nuestro entorno tomáron en su momento, y actualmente no se concibe que sea de otra forma.
Pero lo importante es si se hace o no se hace de verdad. Me explico. El quid de la cuestión está en la coletilla que ha puesto diciendo “excepto los de mayor arraigo” y que entiendo que se refiere a la Navidad, Nochevieja, el primero de año y el día de Reyes. El resto de las festividades deberían ser susceptibles de ser trasladados al lunes más cercano. Otro posible problema está resuelto por defecto, ya que el el Jueves y el Viernes Santo vienen de serie…
Está claro que el traslado del resto de los días festivos va a provocar malestar a alguno de los numerosos colectivos más afectados, ya sea la Iglesia en el caso de las festividades religiosas o los sindicatos con el uno de mayo o quien sea…
Todos sabemos las festividades que hay a lo largo del año, y quien más quien menos, cuando cae en nuestras manos el calendario laboral del año que entra, lo primero que miramos es cómo caen los puentes. Esto va a dejar de pasar.
Varias son las preguntas que nos surgen, ¿En qué nos beneficia esta medida? Y otra más, ¿A quien perjudica?
El beneficio general redunda en todos. Más allá de los datos macroeconómicos, debemos pensar en lo que ha pasado en nuestro propio entorno laboral durante las últimas fechas de 6 y 8 de diciembre, que han caído en martes y jueves. ¿Qué es lo que ha sucedidoesa semana? ¿Ha sido una como una semana normal de trabajo? ¿Habría cambiado algo si los días festivos hubieran sido el lunes y el martes? En las respuestas que damos cada uno de nosotros está la respuesta general, lo que ha pasado en la mayoría de las empresas, es que la actividad laboral se ha visto prácticamente interrumpida, ya que por lo general el trabajo está conenctado con otras personas y empresas. No estamos aislados, con lo que si una sola de las personas con las que se trabaja no está, todo se vé ralentizado. A esto hay que unir las dificultades para contactar con clientes y proveedores, que se ven exactamente en la misma situación.
Pero volvamos a la segunda de las preguntas, ¿a quién perjudica? Para la Federación Española de Asociaciones de Agencias de Viajes (FEAAV) esta medida les va a perjudicar, pero otras asociaciones del gremio como tales como la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) o la Federación Española de Hostelería y Restauración no ven la medida tan mala o incluso se posicionan a su favor, ya que consideran que todo lo que sea mejorar la productividad es bueno para crear empleo.
El caso es que la forma en que a partir de ahora vamos a disfrutar de los festivos va a cambiar en cierta medida, habrá quien prefiera una forma u otra, pero viéndolo desde la perspectiva de la productividad de la nación, está claro que es mejor en la forma que se va a cambiar. Es mejor para todos, es cierto que algún sector puede verse ligeramente perjudicado, pero muchos más sectores se verán beneficiados con esta medida.
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Imagen – Paul Lowry
A mi me viene bien, tengo un comercio y trabajo los sabados por la mañana. el paso a los lunes me permitirá tener puente y como a mi a muchos nos vendrá bien