A nadie se le escapa que el tejido empresarial español está altamente atomizado y las pyme son mayorías frete a las grandes empresas. En concreto, las pequeñas y medianas empresas suponen un 82,2% de las compañías el país, un porcentaje mucho más elevado que el de otras de las grandes economías de la Unión Europea. ¿Supone esto un lastre para la competitividad de la empresa española?
Apenas un 17,8% de las corporaciones españolas se salen de la definición de pyme que hace la Unión Europea. Esto nos deja con una composición empresarial en el que un 82,2% de pymes, uno de los porcentajes más altos dentro del Viejo Continente. Y es que en comparación con Alemania y Francia, con un 33% de grandes empresas, esta proporción palidece, algo que también ocurría en el caso de Grecia, Italia y Portugal, curiosamente las economías que más están sufriendo con la crisis.
¿Puede esta característica composición del tejido empresarial español estar detrás de la escasa presencia internacional española? Lo cierto es que la competitividad de las exportaciones españolas cayó un 0,8% respecto ala zona euro en los nueve primeros meses del año y que para una pyme salir al exterior es casi siempre más complicado.
Internacionalizarse es una de las fórmulas que tiene una compañía para crecer como también lo es comprar una empresa, pero se trata de una alternativa no exenta de costes y, por supuesto, de riesgo. El primer paso en el proceso, una vez se ha realizado un mínimo estudio de mercado, debería ser acudir al ICEX, y no sólo por cuestiones de financiación. El Instituto de Español de Comercio Exterior ofrece asesoramiento para exportar e implantarse en otros países como una ayuda a las empresas españolas. Este organismo dispone de programas concretos de orientación que servirán para guiar a la pyme durante buena parte del proceso, especialmente en lo que a trámites se refiere, además de proveerle de un contacto en la región en la que desea implantarse.
Otro organismo de reciente creación para ayudar las pyme a emprender en el exterior es CRECE+, una iniciativa del Miniterio de Industria que también cuenta con apoyo de capital privado por parte de las principales empresas del país como es el caso de Invest in Spain, Popular Banca Privada, ONEtoONE Capital Partners, el Instituto de Estudios Bursátiles y Mazars Asesores Legales&Tributarios.
Su objetivo es el de concienciar al sector de la importancia de ganar competitividad y presencia internacional, así como formar y asesorar a las empresas. Dentro de las diferentes fórmulas de internacionalización apuestan en concreto por la concentración empresarial. Se trata básicamente de sacar partido de las fortalezas de cada uno de los miembros para salir al exterior como una sola corporación y hacerlo así con más recursos -los que pueden aportar cada uno de los partipantes- y también cono menores riesgos.
Una alternativa pueden ser las UTE o Unión Temporal de Empresas, que sin embargo plantean el inconveniente de que deben limitarse a un solo proyecto y por un plazo temporal determinado. Eso sí, pueden ser una buena alternativa para probar las mieles dela internacionalización, por lo menos para los que trabajan en el área de servicios.
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