Cuando lo mejor es vender la empresa

Aunque aparentemente las fusiones y adquisiciones son más propias de las grandes empresas, no hay ninguna razón para que una pyme no pueda entrar también en este juego para resolver los diferentes cambios a los que se puede enfrentar. Bien es cierto que no existe en España demasiada costumbre al respecto, pero también lo es que la venta a tiempo de la empresa no tiene por qué ser necesariamente un trauma.

El mayor error que comenten muchas pyme en este apartado es caer en el autoengaño, es decir, obviar la caída de la progresiva de la pyme durante años. Es el primer síntoma del fin, que puede alargarse durante años como una agónica muerte. Esto pone de relieve que, efectivamente, existen ocasiones en los que lo más útil para la subsistencia de la propia empresa es su venta para que la nueva savia gestora le dé otro aire. Sin embargo, en estos casos siempre queda preguntarse ¿Cuándo es el mejor momento para hacerlo? No hay una respuesta clara y en primer lugar el emprendedor deberá realizar un análisis lo más objetivo posible de la situación y evitar que le afecten, en la medida de lo posible, las llamadas ‘barreras emocionales’.

Es normal que el apego a la empresa, que no deja de ser ‘la niña de sus ojos’ y otros miedos e inseguridades retrasen la operación e incluso lleguen a desbaratarla. Los datos son claros, una vez pasado el momento cumbre, el valor de la compañía puede caer hasta un 30% e incluso más. En el peor de los casos, al no venderla en el momento oportuno, el emprendedor puede verse obligada a malvenderla y no demasiado tiempo más tarde. Todo ello por no percibir la empresa como lo que es, un negocio.

Evidentemente, parece que el traspaso es una solución demasiado drástica e incluso desacertada. Sin embargo, todo depende del entorno y de la situación concreta de a pyme. Así, si por ejemplo peligra la sucesión, o se da una ralentización crónica del crecimiento, cambios drásticos en el panorama jurídico, parece una solución más factible. En cualquier caso, antes de poner en venta la empresa lo primer que debe preguntarse el empresario es ¿Invertiría en ella si no fuese mi empresa? En caso negativo se encuentra ante un serio problema y deberá llevar a cabo una buena planificación del proceso de venta para obtener algún rédito. El estudio ‘¿Cuándo hay que vender una empresa?’ llevado a cabo por los profesores del IESE Josep Tapies y Pedro Nueno apunta hasta un total de 76 cuestiones que el emprendedor debe afrontar a la hora de decantarse por una transacción o no.

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