El conflicto que se deriva del enfrentamiento entre Rusia y Ucrania tiene una lectura compleja en lo relativo a la exposición europea sobre la dependencia del gas ruso. ¿Realmente Europa puede encontrar alternativas en forma de otras fuentes de energía teniendo en cuenta lo que el ámbito geográfico demandará en los próximos años?
La gran mayoría de los analistas no se muestran nada optimistas; la sensación es que no existen actualmente alternativas al gas ruso, peor aún, no se atisban soluciones que puedan ser prácticas a menos de cuatro a cinco años vista, y aun así se trata de opciones con evidentes problemas para ser al final viables.
La situación
Algo más de un tercio del gas que se consume en Europa procede directamente de Rusia, y más de la mitad de ese gas llega a Europa a través de Ucrania. Las relaciones entre ambos países, el corte del suministro de gas ruso a Ucrania, la amenaza de suspensión del flujo de gas ruso en dirección a Europa por parte del gobierno, son parte de una situación verdaderamente compleja que además tiene un buen número de invitados a los niveles de riesgo que el corte de flujo de gas supone.
Ucrania figura a la cabeza de los países con más riesgo energético no solo por la ineficacia del aprovechamiento de las energías, sino también por su completa dependencia de Rusia en este sentido.
Sin embargo Ucrania no es el único país con estos altos niveles de dependencia del gas ruso. En el ámbito Europeo y sobre todo en los países bálticos encontramos también a países con alto nivel de dependencia en este sentido.
Dependencia del gas ruso sobre el total de consumo de gas de cada país
imagen 1 noir pixabay.com
«¿Puede Europa sobrevivir sin el gas ruso?»
Por supuesto, y España también puede sobrevivir sin EUROPA. Hace cientos de años que los españoles dejamos el TACATACA para bebes.