Entre los variados problemas por los que peligran las pymes se encuentra el de los impagos. Los impagos de empresas que están en situación de concurso de acreedores les provoca cada día a España la desaparición aproximada de 300 pymes que trabajaban para ellas.
Precisamente el 90% de las pymes enfrenta problemas en los cobros, provocándole que entre el 20% y el 25% esté al borde de la quiebra por la morosidad. Entre los diferentes sectores, el de la construcción es el que se ve más afectado y ha acumulado un 60% de los impagos.
Estiman que el 20% de las pymes -cuyo personal va desde un trabajador autónomo hasta los 40 ó 50 empleados- desaparecerán en los próximos 2 años justamente a causa de los impagos. El retraso en los pagos se da fuertemente por parte de ayuntamientos, cuya deuda con las pymes asciende a 6.000 millones de euros.
Ya a finales de 2008, las administraciones locales acumulaban más de 7 meses de impagos con las pequeñas empresas y de más de 1 año para los profesionales autónomos.
Lo que causa más empeoramiento es la efectividad de la legislación y la lentitud que registra la Justicia. Se considera el medio más rápido y barato para reclamar el pago, el procedimiento de juicio monitorio siempre y cuando la cantidad sea inferior a 30.000 euros y la deuda esté acreditada. Dicho proceso da comienzo por medio de la presentación de una demanda ante el juzgado y en un plazo inferior a 20 días el juez requiere a la persona denunciada para que abone la cantidad que se exige o que aporte pruebas en las que demuestren que no adeuda cantidad alguna a la parte demandante.