El pequeño comercio tendrá que dejar de lado el descanso así como los trabajadores autónomos y tendrán que esperar a tomarse unas vacaciones para cuando sus cajas o bolsillos se lo permitan. Con las caídas consecutivas en las ventas y de afiliados autónomos, la mayoría de ellos no cerrará su negocio o en todo caso reducirán sus días de descanso en ambos casos.
El número de locales que han desaparecido hace que los que quedan, no quieran tomarse un descanso seguramente ante el miedo de desaparecer. Mientras que los autónomos dudarán en tomarse algunos días más de los que suelen.
Durante este verano los dueños de estos comercios están ante la duda de cerrar por vacaciones o seguir abierto a pesar de las bajas ventas.
Sólo el 5% de los tenderos de la región se tomará unos días de descanso. En 2007 se estaba en un 35%, cuando todavía la crisis no era tanta, y en el verano de 2008 era cerca de 25%.
Desde el sector se estima que el pequeño comercio e incluso los trabajadores autónomos prevén una reducción del tiempo de descanso durante este verano. Por ejemplo si las vacaciones de la media estaban entre 10 y 15 días, este año serán entre una semana y 10 días.