Las pymes podrán llegar a ahorrarse unos 4.000 millones de euros, gracias a la nueva ley de morosidad.
El Congreso de los Diputados ha tramitado la proposición de ley, para poder cambiar la actual legislación de morosidad que prevé achicar el plazo del cobro de las facturas para las compañías, pasando de los actuales 120 días a 60 días para las compañías y a 30 días para la administración pública.
El año pasado el período medio de cobro de las facturas fue de 120 días, mientras que en el sector de la construcción fue de 124 días. Si parece un período largo, otros sectores tiene un período que parece eterno, llegando a ser de 200 días.
Por lo cual las pymes llegarían a ahorrarse 4.000 millones de euros de costes financieros.
Una de las que han reconocido la resolución parlamentaria es Adegi, esta resolución parlamentaria promovida por la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad, de la que esta organización es parte.
Dicha plataforma representa a unas 783.000 empresas desde microempresas, pymes hasta autónomos en todo el país, las cuales emplean a unas 4,5 millones de empleados.