En una conferencia ofrecida en Valencia a más de cien empresarios, el Presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), Jesús Terciado Valls, realizó un pesimista diagnóstico a la situación de las Pequeñas y Medianas Empresas españolas así como a las desastrosas consecuencias que la crisis económica está provocando en ellas.
99% del tejido empresarial
A lo largo de la conferencia, Jesús Terciado señaló que, en España, de los 3.300.000 empresas existentes tan solo 1.704 superan los 500 empleados, por lo que las Pequeñas y Medianas empresas suponen el 99% del tejido empresarial español.
Desamparo de las Pymes españolas ante la crisis
Según los datos aportados por Jesús Terciado, desde el comienzo de la crisis han desaparecido en España 450.000 empresas, de las cuales 250.000 son pymes y 185.000 son autónomos. Asimismo, se refirió a los datos de la EPA publicados el pasado mes de Abril, señalando que de los 256.000 puestos de trabajo en los que descendió la ocupación en el primer trimestre del presente 2011, un 23% fueron empleadores, mayoritariamente pequeños y medianos empresarios que han visto desaparecer su empresa, con el daño que ello supone al tejido productivo español.
Falta de financiación, principal problema de las Pymes
El presidente de CEPYME, Jesús Terciado, se refirió a continuación a los principales problemas que afectan actualmente al colectivo de las Pymes: la falta de financiación, la morosidad de las administraciones públicas y la excesiva presión fiscal. Jesús Terciado consideró, además, que estos problemas se agravan por el escaso tamaño de las Pymes, que les perjudica sobre todo de cara a la internacionalización de las mismas y por la insuficiente implantación de las nuevas tecnologías en un amplio espectro de las Pequeñas y Medianas Empresas.
El Presidente de CEPYME recordó, asimismo, una intervención del Director General de Industria y Pymes de la Comunidad Europea, en la que señalaba que para crear 23 millones de puestos de trabajo, las 500 grandes empresas europeas tendrían que crear 46.000 puestos de trabajo cada una de ellas, mientras los 23 millones de pequeñas empresas que existen en Europa tan solo tendrían que generar un puesto de trabajo cada una de ellas.