Cuando se tiene una empresa todo en lo que se piensa es en qué es lo que quiere el cliente, de manera que podamos ofrecérselo nosotros, a poder ser, en primer lugar y con las mejores condiciones. Esto, se traduciría en beneficios instantáneamente. El problema es que saber lo que es cliente realmente quiere resulta bastante complicado.
A continuación, voy a facilitar algunas ideas que nos pueden ayudar a entender algo mejor la retorcida mente de un consumidor
1. Los clientes no quieren más información
Tienen suficiente, toda la que necesitan y más. Los consumidores de hoy en día se ahogan en un mar de información. Algo que se puede hacer para facilitar las ventas es aportar simplicidad. A veces pensamos que cuanto más complejo sea algo, mejor resultados tendrá que dar y no es cierto.
Lo que los consumidores buscan son las cosas simples.
2. A los clientes no les gustan los retos nuevos
Todos tenemos una vida, algunos más complejas que otros pero desde luego, suficientes retos tienen los consumidores en sus vidas cotidiana, no quieren que les plantees uno nuevo. Esto significa que lo que realmente quieren los clientes, es tu ayuda más que otra cosa por la que preocuparse.
Pongamos un ejemplo: Puede haber una tienda que venda mascotas. Si los consumidores desean tener una mascota la comprarán pero a partir de ahí, hay multitud de negocios que asistirán al cliente en el cuidado del animal. La mayor parte de los negocios que triunfan aportan ayuda, no nuevos retos.
3. A un cliente no le importa tu opinión
Cuando una empresa ofrece un producto o un servicio, suele estar convencida o, al menos, así quiere que el cliente lo perciba, de que tiene las mejores ofertas del mercado, que su calidad es la mejor y sus precios los más competitivos.
Lo cierto es que al cliente le importa poco lo que tú intentes hacerle creer. La publicidad puede hacer que prueben tus productos por primera vez pero después, la calidad será el factor decisivo.
4. No les gusta que les intentes vender cosas
Saben que esa es tu función principal pero en cuanto les suenas como cualquier otro vendedor, se sienten como objetivos y pierden interés. Lo clientes quieren comprar, no que les vendan nada.
