Una de las definiciones más interesantes y acertadas del concepto «empresa» es aquella que la define como algo más que una sociedad de capitales, siendo sobre todo una sociedad de personas que continúa más allá de los límites de la empresa, y que tiene en cuenta también a los clientes, proveedores y entorno local en el que está inscrita.
Esta definición adquiere todo su significado en la empresa familiar, donde se dan lazos familiares y de amistad entre los diferentes sujetos que forman la empresa. Es esta característica la que hace diferente del resto a la empresa familiar, surgiendo así los conceptos de capital social y de capital familiar. A continuación voy a realizar un repaso a las características más importantes que la definen.
Las redes de relaciones familiares
Los lazos y relaciones de confianza y afecto que existen en las empresas familiares van, en muchas ocasiones, más allá delos propios miembros de la familia, extendiéndose al resto de miembros de la empresa. Las empresas familiares poseen un «lenguaje familiar» que les permite una comunicación más efectiva y que puede generar una mayor motivación e implicación entre el resto de trabajadores de la misma.
Esta mayor motivación, así como una mayor lealtad, el aumento de la confianza y la generación de comportamientos altruístas son varios de los efectos que puede generar el «lenguaje familiar» de este tipo de empresas.
Misma cultura y valores familiares
Tal y como señala Forsberg, el hecho de que una persona sienta que pertenece a una familia, a una comunidad y a un lugar concreto genera un interés mutuo que dirige sus acciones hacia lo que es bueno para el conjunto en el largo plazo. Además, en la medida en que la familia propietaria controla de forma directa la marcha de la empresa, en esa misma medida la cultura y los valores familiares se van traspasando al resto de la empresa. Y serán, por lo tanto, los directivos/propietarios de la empresa los que, con sus decisiones y control, constituyan el cauce que canalice hasta el resto de la empresa los valores, la cultura y la personalidad propia de la empresa.
Voluntad y orientación a largo plazo
Si existe una característica fundamental de la empresa familiar, esa es su voluntad de continuidad y su lógica orientación al largo plazo. La familia se vincula de forma muy estable con su negocio y genera una estrategia de largo plazo, ya que la vida de la propia familia y de sus generaciones futuras dependen en gran medida de la buena marcha de la empresa.
Esta característica que aparentemente puede suponer una cierta debilidad, constituye sin embargo una gran fortaleza, ya que convierte a la empresa familiar en menos vulnerable al entorno y les dota de una visión más global.
Preocupación por la reputación
La naturaleza familiar de este tipo de empresas implica, por lo tanto, una gran implicación entre el nombre de la empresa y el de la propia familia. Esta implicación orienta su comportamiento hacia actitudes que puedan reconocer su integridad y su compromiso. Esto supone para las pymes familiares un gran incentivo para desarrollar comportamientos socialmente responsables.