Muchas pymes no tienen en cuenta ciertas herramientas de gestión y contables, porque no las creen aplicables a su estructura, dado el tamaño reducido, y prefieren un manejo más familiar de la empresa. Pero poco a poco, cuando van creciendo e incorporando personal, el manejo familiar no puede aplicarse y comienzan a pedir ayuda a profesionales para intentar resolver los problemas de control de gestión.
Es importante entonces hablar del control interno, que es un instrumento de gestión y que ha generado muchas líneas de pensamiento y muchos informes sobre este tema, dado que es un tema amplio, ha sido difícil encontrar una definición mundialmente aceptada.
Para la Organización Internacional de Instituciones Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI) el control interno representa el conjunto de los planes, métodos, procedimientos y otras medidas, incluyendo la actitud de la dirección, para ofrecer una garantía razonable de que se han cumplido los objetivos generales siguientes:
a) Promover las operaciones metódicas, económicas, eficientes y eficaces y los productos y servicios de calidad, acorde con la misión que la institución debe cumplir;
b) Preservar los recursos frente a cualquier pérdida por despilfarro, abuso, mala gestión, errores, fraude e irregularidades;
c) Respetar las leyes, reglamentaciones y directivas de la dirección; y
d) Elaborar y mantener datos financieros y de gestión fiables y presentarlos correctamente en los informes oportunos.
También es muy conocido, y muy divulgado en esta década el Informe elaborado por el Comité of Sponsoring Organizations of the Treadway Commission, conocido por sus siglas (COSO), grupo de trabajo creado en 1985, que reunió la información sobre las principales tendencias a nivel mundial y presentó un nuevo enfoque desde el punto de vista de la gerencia moderna.
Según este Informe Control Interno es un proceso efectuado por el Consejo de Administración, la Dirección y el resto del personal de una entidad, diseñado con el objetivo de proporcionar un grado de seguridad razonable en cuanto a la consecución de objetivos dentro de las siguientes categorías:
a.- Eficacia y eficiencia de las operaciones.
b.- Fiabilidad de la información financiera, y
c.- Cumplimiento de las leyes y normas que sean aplicables.
Para llevar esta definición a un plano más práctico, digamos que el control interno establece un conjunto de acciones estructuradas y coordinadas dirigidas a un fin o resultado, que resultan integradas a la gestión de la entidad como parte inseparable de su actividad.
El control interno lo llevan a cabo las personas, en cada nivel de la entidad y no sólo la dirección, si no todas las personas que componen la organización, las cuales deben tener conciencia de la necesidad de evaluar los riesgos, aplicar controles y estar en condiciones de responder adecuadamente a ello.
Es importante entender que las “reglas” establecidas por el control interno no son mera burocracia, sino la mejor manera de evitar riesgos, detectar problemas y lograr la eficacia y eficiencia de las operaciones. Y debe ser visto como un proceso integrado de todas las fases sucesivas o secuencia lógica ordenada de una operación u actividad.
A su vez es una base importante para establecer un adecuado control interno la división del trabajo y la fijación de responsabilidades.
Imagen: google
Me ha parecido un artículo muy acertado.
saludos.