Ha pasado cerca de un año desde el lanzamiento oficial de Windows Vista y comienzan a llegar los primeros datos sobre su implantación real en el mercado estadounidense. Las cifras no son en absoluto alentadoras, ya que a las críticas de varios expertos sobre la fiabilidad del sistema operativo se está uniendo la reticencia de los empresarios a migrar a un sistema que desconocen y del que no siempre tienen referencias positivas. De hecho, según recoge un post de abadiadigital en Estados Unidos apenas un 6.3% de las compañías optan por esta opción, en tanto que un 89,8% prefiere seguir utilizando XP y el resto se decanta por otras opciones como los diferentes sistemas de Linux.
Lo más curioso es que el porcentaje de usuarios de XP no ha descendido en 2007, sino que ha aumentado pese a la retirada de este producto de las tiendas. Y es que según parece los empresarios estadounidenses se han apresurado a adquirir los pocos sistemas XP del mercado para poder mantener su estructura. Sólo así puede explicarse el aumento en tres décimas de este dato. La investigación llevada a cabo por Forrester Research Inc revela un dato todavía más preocupante: la mayor parte de quienes se han aventurado a utilizar Vista lo han hecho migrando desde sistemas totalmente obsoletos como Windows 2000 o Windows Premiun. Es decir, porque prácticamente no les quedaba otra solución. A esto hay que unir un fuerte desconocimiento por parte de las pyme acerca de las opciones de software libre a su alcance en o que a sistemas operativos se refiere. Cada hay más opciones en cuanto programas informáticos de gestión gratuitos al alcance de los empresarios y su uso se va extendiendo poco a poco como alternativa a la piratería o a tener que comprar el programa. Pero no ocurre lo mismo en el caso de los sistemas operativos, donde la gran mayoría se aferra a Windows y la inversión realizada en XP. Además, hay que tener en cuenta que el coste del nuevo Vista supera los 200 euros.En general, está relacionado con el miedo o reticencia al cambio que se observa no sólo en los dirigentes de las pyme sino también en muchos altos directivos españoles de grandes empresas. Esto es precisamente lo que ocurre con el empecinamiento en mantener la versión 6 del navegador Internet Explorer en lugar de descargarse de forma gratuita la versión 7. Los datos son claros al respecto: sólo un 30% de las compañías han emigrado a Internet Explorer 7 pese a que ofrece nuevas funcionalidades y un manejo mucho más cómodo. Muchos empresarios recelan de esta versión y como ocurre en el caso del sistema operativo prefieren esperar directamente a que la versión 8 esté disponible. Claro que también hay otros que no lo instalan por puro desconocimiento técnico e incluso porque al contar con sistemas no originales (algo relativamente común) no pueden hacerlo.