De un tiempo a esta parte Twitter se ha convertido en una herramienta más de trabajo para muchas empresas y sobre todo para infinidad de trabajadores autónomos. Para quienes todavía desconozcan en qué consiste, se puede definir como un sistema de microblogging en el que los usuarios conversan a través de mensajes cortos de un máximo de 140 caracteres. Cada usuario es libre de seguir a quien desee, es decir, de ver los mensajes que escribe una determinada persona y de igual forma puede ser seguido por quienes deseen hacerlo (no se pueden establecer restricciones).
Para quienes todavía les parecezca muy complicado, también se puede definir a Twitter como un Messenger (es decir, un sistema de chateo) pero aceptado desde un punto de vista de los negocios. Si esto es así, ¿cuál es la utilidad de Twitter en la empresa? El problema es que no hay un respuesta clara y concreta, ya que depende del objetivo que se marque la compañía. Y es que como ocurre con cualquier herramienta de trabajo, antes de empezar a utilizarla hay que tener claro cuál será su función y qué esperamos de ella. No basta con ponerse ‘twitear a lo loco’.
Desde ETC Juan Luis Polo nos ofrece cuatro usos básicos de twitter en la empresa que serían el de herramienta para dar servicio al cliente (¿qué mejor sistema de comunicación?), una forma para crear imagen de marca o por lo menos recuerdo de la misma, método de promoción y medio para cubrir eventos en vivo y comunicar noticias de última hora.
Lo que muchos empresarios se plantean antes de empezar a usar Twitter y otras herramientas 2.0 como por ejemplo Facebook es si esto no será una pérdida de tiempo o un lastre para la productividad de la compañía. Lo cierto es que una gestión activa de estos elementos requiere bastante dedicación porque no se trata sólo de comunicar, sino de interactuar con los usuarios que forman nuestra comunidad y esto es algo que no todos los emprendedores tienen claro. A diferencia de lo que ocurre con otros avances de la web 2.0 como por ejemplo las comunidades de usuarios, en el caso de Twitter las pyme y sobre todo los trabajadores autónomos son las que mejor han entendido cómo sacar partido a esta nueva forma de comunicación y promoción.