Seguros para pymes: ¿Qué necesitas y cómo puede ayudarte un abogado en caso de reclamación?

Las pequeñas y medianas empresas son el motor de la economía en muchos países, pero no están exentas de riesgos que podrían poner en peligro su supervivencia. Dependiendo de la actividad comercial a desarrollar, la contratación de un seguro para pymes es de obligado cumplimiento, si no inexorable en muchos casos. Es en este punto donde entra en juego la presencia de un especialista abogado en reclamaciones de seguros. Este artículo trata precisamente de abordar las necesidades y posibles ayudas en materia legal en caso de reclamación por parte de un cliente o empresa.

Conoce los tipos de seguros para pymes más importantes para tu negocio

En función de la naturaleza de negocio, la legislación vigente obliga a contratar seguros para pymes orientados a subsanar las posibles pérdidas y contratiempos que puedan sucederse en cualquier actividad profesional. En España, los tipos de seguros más importantes se pueden resumir en cinco:

  1. Seguro de responsabilidad civil: protege contra reclamaciones por daños a terceros o lesiones causadas por las operaciones comerciales de la empresa, especialmente en negocios que interactúan físicamente con clientes o el público en general.
  2. Seguro de propiedad comercial: cubre la propiedad de la empresa (edificios, inventario y equipos, entre otros) contra incendios, robos o desastres naturales.
  3. Seguro de interrupción de negocios: proporciona una compensación por ingresos perdidos y gastos operativos fijos si la empresa tiene que cerrar temporalmente debido a un desastre asegurado.
  4. Seguro de errores y omisiones: protege contra reclamaciones por negligencia o errores en el servicio prestado.
  5. Seguro de compensación al trabajador: obligatorio en la mayoría de las jurisdicciones, cubre los costes médicos y una parte de los salarios perdidos de los empleados que sufren algún accidente o se lesionan en el trabajo.

La importancia de la figura del abogado a la hora de reclamar al seguro

Ante cualquier problema inesperado, a veces no basta con reclamar al seguro para resolver el incidente. Aunque no es obligatorio, la presencia de un abogado especialista puede ser igualmente importante en determinadas circunstancias, incluso antes de que se dé parte a la aseguradora o se reporte algún problema que requiera su intervención.

Desde el momento en que se contrata la póliza, un abogado puede garantizar que las coberturas sean adecuadas para los riesgos asociados a la naturaleza del negocio. Eso por no hablar de que las aseguradoras a menudo buscan a toda costa minimizar la cuantía a pagar, por lo que su intervención nos puede ayudar a negociar las cantidades para que la empresa reciba una compensación justa y acorde a la cobertura contratada.

En este sentido, un abogado puede manejar todo el proceso de reclamación, desde la documentación inicial hasta la comunicación con la aseguradora, con todo lo que ello conlleva. En casos en los que la disputa llegue a litigio, contar un abogado es indispensable para defender los intereses del negocio y resolver la disputa de manera favorable. Lo ideal, en cualquier caso, es contar con la presencia de este tipo de profesionales desde el primer momento para evitar dolores de cabeza a futuro.

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