Empresas salidas de la nada que en poco tiempo consiguen valer más de 1.000 millones de dólares. Estos son los unicornios empresariales.
Los unicornios eran unos animales mitológicos que presentaban un cuerpo de caballo y un cuerno en el medio de la frente, que sólo dejaban de cabalgar por una doncella virgen. En el mundo de las empresas se ha utilizado este término para referirse a las start-ups que han alcanzado en muy poco tiempo un valor de 1.000 millones de dólares. La expresión unicornio empresarial fue acuñada por primera vez por Aileen Lee.
Casi siempre se han vinculado este tipo de compañías al sector tecnológico, por lo que Sillicon Valley se convirtió en el medio perfecto para ellas. Entre los años 2003 y 2013 se contabilizaron 40 empresas unicornio en el ámbito del software, lo que supone una nueva cada cuatro años.
Suelen ser por lo general compañías orientadas a los servicios online, al consumidor y al comercio electrónico con potencial y una difícil valoración de su negocio. Los negocios unicornios están liderados por jóvenes que superan la treintena, con una visión fresca del ámbito empresarial y con mucha formación.
Un unicornio también hace referencia al fenómeno que se produce en el ámbito de los recursos humanos, cuando los responsables de contratar a los candidatos presentan unas expectativas demasiado altas, casi imposibles de cumplir. Son incapaces de enfrentarse a la realidad con la búsqueda de unos trabajadores que no existen, de ahí esa comparación con el unicornio.
Aplicando una estructura similar en el capítulo de fusiones y adquisiciones, también se aprecia un error muy común que es la solicitud de unos requisitos innecesarios que no conducen a sinergias positivas o que no encajan de pleno con los objetivos de la compañía compradora.
En las pequeñas y medianas empresas resulta todo un lujo contar con varios empleados asalariados para abordar las distintas funciones especializadas que exige la compañía. En ese caso, lo más probable es que la empresa se marque entre sus necesidades una serie de puntos fuertes para que el candidato haga frente a las necesidades más urgentes. Esto suele acabar por lo general en una gran decepción debido a que no se cumplan las expectativas requeridas en un principio. Y es que una sola persona no podrá acumular los suficientes conocimientos en todas las materias que se reclamen.
El reclutamiento de candidatos por parte de las empresas resulta cada vez más complicado. El mercado está repleto de posibles trabajadores con el perfil adecuado, pero las exigencias que reclaman los gerentes, que demuestran ser ‘unicornios’ , no alcanzarán los propósitos requeridos.
Añadir animales mitológicos empresariales.
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