Puede estar en tu personalidad o simplemente es una necesidad. Lo cierto es que para ser emprendedor hay que ser un valiente. Es más cómodo y te llevas menos quebraderos de cabeza si trabajas por cuenta ajena, si son otros los que se tienen que preocupar por pagarte a final de mes por tu trabajo bien hecho. Ser emprendedor es apostar por tu trabajo, aportar el capital, asumir los riesgos y ser responsable del bienestar de muchas familias. También te puede dar satisfacciones como el trabajo bien hecho y a tu manera, dedicar la mayor parte del tiempo a lo que te gusta y ser tu propio jefe.
Lo que está claro es que cuando eres emprendedor tienes que gestionar tus finanzas de manera diferente por tres razones fundamentales según explica Garrett Gunderson, CEO de Wealthfactory.com, en la web entrepreneur.com.
- Tienes la gran responsabilidad de ser empresario. Eres responsable de tu negocio, pero también de todo lo que sucede en él, de lo que le pase a cada uno de los que trabajan en él. Si uno de tus empleados se cae por las escaleras, por ejemplo, es tu responsabilidad. Esa es la gran diferencia. Todo, al final, depende de ti. Por no hablar de la necesidad de liquidez para pagar a final de mes. Asumes que antes de invertir en otras cosas, o de viajar, o de comprar otras cosas debes pagar a todos sus empleados, que tienen familias, y dependen de que tú les pagues, dependen de ti.
- Usa bien tus armas como empresario. El empresario tiene formas de pagar menos impuestos o al menos pagarlos al estado. Más allá de que las recomendaciones de un asesor financiero serían que se invierta en planes de pensiones o de jubilación exentos de impuestos hasta que se retiren, el empresario sabe que se ahorra muchas taxas también si reinvierte parte de las ganancias en su propio negocio, cosa que los empleados no pueden hacer. Al final todo queda en casa. Y, además, es importante tener un fondo de reserva por si fuera necesario. Mejor tenerlo en la propia empresa, que invertirlo en otros productos.
- El mejor plan de futuro es tu negocio. Y es que su gran riqueza para el futuro no es un plan de pensiones o de jubilación, sino su propia empresa. La gran riqueza de Bill Gates está en Microsoft, no en los planes que pueda invertir. Esto no lo pueden decir los empleados que necesitan un plan para el futuro. Cuando eres empresario sabes que tu mejor plan de futuro es tu propia empresa, reinvertir en tu negocio es la mejor inversión.
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