Nadie duda ya de la importancia de la presencia en las redes sociales para una pyme y así lo reflejan los planes estratégicos de marketing y comunicación de la mayoría de ellas. De hecho, hoy en día invertimos más en redes sociales y tenemos mucho más entusiasmo en su uso. Sin embargo, se multiplica exponencialmente el poco aprovechamiento o directamente el mal uso de estos canales por parte de las empresas. Estos son los errores más habituales.
2012 y 2013 fueron años de crecimiento en la inversión pyme en Social Media, dependiendo de los informes se puede calcular el aumento de esta inversión en las pequeñas y medianas empresas de nuestro país durante 2013 creció prácticamente un 25% en relación a 2012, año en el que a su vez creció un porcentaje similar con respecto al año anterior.
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Y del mismo modo que aumenta la inversión también aumenta el convencimiento de que las redes sociales son útiles para nuestras empresas. Esta combinación de aumento de inversión y aumento de confianza se traduce efectivamente en un mayor uso del Social Media, pero también como indicábamos en un uso incorrecto o malo, que no ayuda a la empresa y que puede generar una imagen distorsionada en el pequeño empresario.
Vamos a repasar algunos de los elementos más habituales que influyen en este mal uso del Social Media.
Todos podemos usar pero todos no somos expertos
A las redes sociales, tal vez por su inmediatez en el uso, ha llegado una fuerte corriente de hágaselo usted mismo. Esto, que está muy bien para un uso personal de las redes, se traduce en las pymes en el descuido relativo al personal a cargo de la reputación online de la empresa, o, en su defecto de la formación previa de quien vaya a asumir dicha responsabilidad.
Pymes y XP mala combinación
Las empresas grandes a fuerza de golpes han acabado poco a poco por entender la necesidad de la cualificación en la planificación del Social Media, para las pymes sigue siendo el general una asignatura pendiente sobre todo en el caso de aquellas pymes con mayor edad, más reacias en principio a la implantación de estrategias en redes sociales.
¿Pero qué hago con las redes?
Esta es una de esas preguntas que muchos se hacen en voz baja y más temen hacer en voz alta. Existe la conciencia de que las redes sociales son positivas para el desarrollo de nuestros negocios, pero, en muchos casos fruto del desconocimiento o la baja cualificación en este sentido, no se reconocen ni los posibles beneficios ni los caminos a optar para obtenerlos.
Estar en las redes porque hay que estar o porque mi competencia está, y hacerlo sin otro potencial estratégico más que ese estar por estar, es un sinónimo de fracaso en Social Media. Se hacen necesarios los planes estratégicos, los objetivos y las tácticas para llevarlos a cabo.
Esta sí, esta no
Está claro, y coincidiremos, en que efectivamente en un plan amplio de redes sociales desarrollado por una empresa hay algunas de estas redes en las que es obligatorio estar. Sin embargo tendemos a conceder un crédito enorme a las redes sociales dominantes olvidando que a veces otros modelos de redes sociales menos extendidos, más focalizados o de nicho, pueden ser igualmente útiles (incluso más) para nuestros propósitos.
La selección de intervención en las redes debe ser mucho más detallada y razonada de lo que habitualmente se realiza.
El equilibrio entre lo viejo y lo nuevo
El miedo al desplazamiento de antiguas fórmulas de comunicación con el cliente es uno de los de mayor impacto en las pymes de más antigüedad. Mezclado con el reconocimiento de la necesidad del Social Media suele acabar en un ni chicha ni limoná que de hecho es el primer paso a un uso caduco de las redes.
Se impone buscar el equilibrio entre las fórmulas asentadas y las prestaciones que un buen desarrollo Social Media puede ofrecer. Esto a priori parece simple, sin embargo, probablemente en el caso de las pymes ya asentadas es el proceso más complejo a la hora de asumir un uso productivo de las redes sociales, ya que, obliga a una revisión totalmente transversal del modelo de comunicación de la pyme.