El hombre es muy dado a categorizar con los compañeros de trabajo no iba a ser menos. Desde el chico para todo hasta el optimista crónico, éstos son los siete perfiles profesionales que encontrarás en toda empresa.
¿Quien no tiene un compañero que lo mismo sirve para un roto que para un descosido? ¿Necesitas mover una mesa? Ahí está él para ayudarte, ¿Hace falta ir a por unos documentos y nadie está disponible? Él siempre saca tiempo ¿Se ha estropeado la máquina de vendign? No sabes cómo pero es capaz de arreglarla ¿Hay que aprender un nuevo programa de gestión? Él lo hará por ti y posiblemente luego te lo enseñe. Estamamos ante el sumun de la polivalencia el chico para todo.
Éste es sólo uno de los perfiles que seguro que has identificado en tu empresa. Sin embargo no es el único, hay siete diferentes y claramente caracterizables ¿Cuál es el tuyo?
- El mentor: es otro clásico de gran utilidad. Estamos hablando del trabajador veterano que, pese a no ser su labor o no estar obligado a ello, tiene ganas de compartir su conocimiento. De forma altruista se encargará de formar a los nuevos empleados.
- El retador: a todo el mundo le gusta que apoyen sus decisiones, pero siempre es necesario un contrapunto. Esta es la tarea del retador, una persona que de forma casi sistemática pondrá a prueba las ideas de sus compañeros. La clave en este punto está en la actitud y el carácter de la crítica, que debe ser siempre positiva.
- El que está a la última: estos perfiles sirven para mantener a los departamentos actualizados, ya que están pendientes de las novedades del sector y de las últimas tendencias. Su participación puede traducirse en propuesta para usar redes sociales, abrir nuevos canales de distribución o proponer cambios en las fórmulas de producción.
- El que siempre necesita conocer más: formarse es su pasión y su ansia de conocimientos más extensos será beneficiosa para la empresa y para el departamento.
- El optimista: una cualidad deseable en todo empleado pero que algunos llevan al extremo. Su buen humor y positivismo serán contagiosos y por eso hay que contar por lo menos con uno de estos empleados
- El chico para todo: si hay un problema o surge cualquier imprevisto, él se encargará de arreglarlo. Si hay que abrir una nueva línea de negocio o aprender a manejar una herramienta concreta, él será quien lo haga. Su valor reside en su polivalencia, inteligencia y capacidad de adaptación a los cambios.
Ahora que ya los conoces sólo tienes que decirnos cuál es el tuyo y por qué. ¡Esperamos tu respuesta!