Los créditos rápidos sirven como método para apagar los pequeños incendios de la vida empresarial

Dirigir una empresa significa hacer frente a imprevistos diarios en cada departamento, y la forma de resolverlo debe ser distinta en cada situación. Estos imprevistos muchas veces son de parte administrativa y pueden ser resueltos solo al restructurarse un poco la forma de actuar de ese departamento, para solventar la falta de personal, teniendo una lista de personas externas para resolver. Hay otros imprevistos en la organización de un proyecto o un fallo en un pronóstico, donde puede resolverse con una contingencia, al simplemente organizar un plan B. El problema surge cuando se requiere dinero para solventarlo y el flujo de caja esta bajo para cumplirlo por ser, por supuesto, un caso extraordinario, por ejemplo una cancelación de un vuelo, un pago inesperado de un servicio, o hasta el pago de un impuesto especial.

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Hay varias formas de solucionar cuando surge esa situación: se puede pedir dinero adelantado a un cliente, se puede pedir un préstamo a un proveedor o a un familiar, se puede cobrar una deuda o vender un activo. Aunque todas esas opciones son validas, podrían complicarse, o tardar demasiado cuando el imprevisto necesita resolverse de forma inmediata. El medio más idóneo para esos casos sería solicitar un préstamo en una entidad bancaria, no obstante muchas veces eso no es tan fácil o requiere demasiados requisitos y tiempo, es por ello es que surge como un aliado imprescindible los créditos rápidos.

El 45% de las personas solicita este tipo de créditos para afrontar imprevistos, y esto se vuelve más vigente cuando se trata de asuntos de negocios y empresariales, en especial porque son los más expeditos del mercado, en la mayoría del caso pueden accederse a ellos en menos de 24 o 48 horas.

Se puede optar a créditos rápidos online de forma sencilla, ya que se accede por medio de Internet, que desde hace tiempo se ha vuelto un medio primordial para realizar compras o contratar servicios. El crédito rápido consiste en que un sujeto (acreedor), le presta una cantidad determinada de dinero durante un tiempo previamente acordado a un segundo sujeto (persona o empresa), que será denominado deudor.

Este tipo de créditos no requiere ningún documento como nómina o aval, aunque algunas plataformas de crédito sí solicita que ofrezca un soporte de nomina, y solo se debe escoger la cantidad de dinero deseada, que puede variar si es su primer crédito o no; elegir el tiempo para devolver el dinero, y solicitar, no sin saber de antemano los intereses totales a pagar, que aparecerán antes de pedir el crédito. Después de rellenar un pequeño formulario, y que los datos sean verificados, se recibe una respuesta a la solicitud. Y se envía el dinero a la cuenta corriente del solicitante.

Además de ser casi inmediatos y sencillos, otro de los aspectos que lo hacen imprescindible es su propia naturaleza. Los imprevistos, en la mayoría de los casos, requieren una reacción rápida y flujo de caja con montos menores para resolverlos, por lo que el hecho que los créditos sean de montos pequeños beneficia para resolverlos. Asimismo, a pesar de requerir un flujo de caja urgente, lo cierto es que son situaciones temporales y que en un futuro cercano la empresa tendrá el dinero suficiente para cancelarlo, y podrá subsanar la deuda, incluso en muchos casos antes del lapso estipulado a la hora de solicitar el crédito, sin perjudicar su patrimonio o afectar los ingresos de la compañía.

Autor artículo / Fuente de la imagen: https://pixabay.com/es/billete-de-banco-euro-billetes-209104/

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