No se trata de un buen momento para las empresas, especialmente las que se encuentran dirigidas por autónomos o por pequeñas y medianas empresas. Actualmente, hay una serie de problemas en lo relacionado al proceso de los concursos de acreedores, que pueden dificultar aún más el desarrollo de estos negocios.
Y es que, el Banco de España ha hecho público un documento denominado Análisis de los procedimientos de insolvencia, en España en el contexto de la crisis del Covid-19: los concursos de acreedores, los preconcursos y la moratoria concursal. Una de las conclusiones que figuran en dicho documento, es que el problema de la economía en nuestro país es de carácter estructural.
Previsión de aumento de concursos en pymes y autónomos
A pesar de que durante los últimos años se han realizado diversos cambios en la legislación, tras la conocida crisis del pasado año 2008, no se está teniendo el efecto esperado. Hablamos, entre otras, de la Ley Concursal, así como de sus mecanismos preconcursales.
De hecho, hay expertos que opinan que incluso las propias medidas tomadas para hacer frente a la pandemia, no son tan beneficiosas como parecen. Una de estas medidas, implantada por el Gobierno, fue la aprobación de una moratoria concursal, con el objetivo de no colapsar los Juzgados de lo Mercantil en medio de una situación tan complicada como la que nos encontramos.
De esta manera, gracias a esa moratoria se daba un plazo hasta finales del año para poner en marcha los denominados concursos de acreedores. Dicha moratoria, ha afectado notablemente a los negocios llevados tanto por autónomos, como por pequeñas y medianas empresas.
El propio documento publicado por el Banco de España, afirma que esta moratoria podría conllevar efectos negativos en la necesaria reasignación de factores productivos y recuperación de la actividad empresarial en su conjunto en el medio plazo.
En él, el propio autor añade una serie de soluciones que se podrían llevar a cabo para solucionar este problema, tomando en gran medida el ejemplo de funcionamiento de otros países dentro de la Unión Europea, que a día de hoy se encuentran muy por encima del método de funcionamiento español.
Una de estas soluciones es poner en marcha canales de incentivo de provisión de crédito, con el objetivo de aportar mayor liquidez a las empresas, siempre que resulte necesario. Otra de las soluciones es facilitar la reestructuración de las deudas a aquellas empresas que, aunque sean insolventes, puedan realizar el pago de las mismas de manera viable.
Siguiendo con la problemática de la insolvencia, el autor manifiesta la necesidad de facilitar la liquidación de empresas inviables, puesto que debemos tener en cuenta que la duración de los concursos de acreedores no es especialmente larga.
Y, por último, se necesita también que exista una mayor implicación en factores tan determinantes para los negocios como lo son la innovación, la inversión o la productividad. Sin ellos, ninguna empresa tendría futuro.
