Según las encuestas realizadas a diversas pymes de España en el barómetro de la pyme sobre morosidad de CEPYME, más de la mitad de ellas piensan que van a sufrir o ya se encuentran sufriendo un aumento de la morosidad, así como un porcentaje considerable piensa que también lo sufrirán por parte de las administraciones públicas.
La crisis provocada por el Covid-19 ha provocado un escenario bastante complejo para pequeñas y medianas empresas, ya que muchas de ellas se encuentran al borde de la quiebra y necesitan recurrir a ayudas económicas ofrecidas por el Gobierno para continuar en el mercado.
Motivos del aumento de la morosidad
El aumento del paro ha hecho que millones de familias en todo el país se vean sin la mayor parte de sus ingresos, o sin ningún tipo en muchos casos. Esto tiene como consecuencia el aumento de la morosidad, ya que, sin ingresos, no pueden hacerse cargo del pago de muchos de los servicios que ya tenían contratados.
La morosidad supone un problema importante para el desarrollo de las pymes. Y es que, del 30% de las pymes que fueron encuestadas, afirman que este dinero perdido supone un 10% de sus salarios cada mes.
Además cabe destacar que, de las pymes que han realizado la encuesta, una de cada ocho que sufren problemas de demora, y el 20% se plantean el cierre del negocio por este mismo problema. Por otra parte, un 17% prevé una importante reducción de su estructura por ello, y para la mitad de las pymes significará la necesidad de financiación.
Y no solamente pierden dinero, el 53% de las pymes encuestadas perderán clientes y un 50% sufrirá una importante reducción y pérdida de sus márgenes. A esta situación se le suma la crisis económica provocada por la pandemia, que mantiene a un 25% de las pymes preocupadas por sus obligaciones con los proveedores, así como un 11% tiene pensado no hacer frente a los pagos con los mismos.
Las encuestas muestran que las empresas que más han sufrido este crecimiento de la morosidad, han sido las microempresas, ya que su demora aumentó en 9,4 días, alcanzando los 89,4 días de demora en total. En lo que a empresas pequeñas se refiere, estas han sufrido un aumento de impago de 4 días. Las que menos han notado este aumento, han sido las medianas empresas, ya que apenas han tenido un aumento de 0,4 días de aumento.
Si nos fijamos en los sectores que más han sufrido los efectos de la morosidad, el sector de la construcción y promoción de viviendas se encuentra en el primer puesto, y a este le sigue el sector textil. La media de impago entre estos sectores es de 101 y 92,9 días, respectivamente. De esta manera, su incremento es de 1,6 días y 3 días en relación con el trimestre anterior.
Los sectores que menos han notado los efectos de la morosidad, han sido principalmente el de papel y artes gráficas, en el cual el impago se ha reducido a 74,8 días, en comparación con los 83,3 que tenían en el último trimestre del año anterior. A este sector le sigue el de agroalimentación, cuya media se ha reducido en 4,8 días en relación a los datos del trimestre anterior. En tercer lugar se encuentra el sector de la distribución agroalimentaria, que ha logrado una media de 71,3 días.
Respecto a la morosidad por parte de las administraciones públicas, estas se mantienen en los datos obtenidos anteriormente. Durante el pasado mes de agosto, el periodo de pago del Estado se ha encontrado dentro del límite legal, aunque se ha observado un aumento de 5,1 días en relación al mes anterior.
La que sí se encuentra fuera del plazo legal, es la demora de pago por parte de las comunidades autónomas, que por el momento supera este límite en 5,1 días. Las corporaciones locales sufren un aumento de pago entre los meses de abril y mayo de 9,8 días, lo que triplica el periodo legal establecido.