Cinco estilos de liderazgo que no funcionan

El  blandito

En el lado contrario nos encontramos con líderes demasiado laxos, que no establecen reglas ni supervisión alguna. Entre la labor de un líder figura el asegurarse de que todo el mundo trabaja en la misma dirección y de que la empresa comunica los objetivos de forma adecuada. Sin esta dirección, un equipo puede tener grandes ideas, pero costará mucho alinearlas, consolidarlas y unificarlas bajo un mismo criterio.

La flexibilidad es importante en la empresa, pero todo tiene sus límites.

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